Sí estás continuamente empezando una rutina de ejercicios o una dieta; si te levantas cada lunes altamente motivada para ir al gimnasio (o en otra fecha significativa del año como el verano) pero en unos pocos días o semanas toda esta disciplina y buenos hábitos quedan relegados a un segundo plano  porque, simplemente la vida (y sus alocados horarios y exigencias) se interpuso en el camino hacia tu vida saludable, de seguro te preguntarás: ¿Cómo logro mantener un compromiso con mi salud y con mi cuerpo, por un largo tiempo? ¿Cómo puedo mantener mi motivación?

Yo te diría que la principal pregunta que debes hacerte a ti misma es: si lo que quieres es un compromiso con tu dieta o con una rutina de ejercicios o si lo que realmente deseas es comprometerte a tener un estilo de vida más saludable.

Si escogiste la segunda pregunta, empieza por desarrollar una visión a largo plazo de ti misma actuando, pensando y sintíendote de la forma en la que quisieras ser.  Mírate como una persona dinámica que come bien, se ejercita y disfruta la experiencia de estar saludable. Después, empieza por descubrir las distintas formas en las que tu estilo de vida saludable pueda encajar en tu vida diaria, por mas agitada que sea. Tu consistencia en cualquier rutina va a llegar cuando tus aspiraciones por una vida saludable, vengan complementadas por tus hábitos  de actuar de una forma saludable con tu cuerpo.

El verdadero compromise con uno mismo se hace cuando sabemos que estamos inviertiendo en algo que nos dará o que nos promete disfrute y satisfacción, es por esto que debes asegurarte de obtener placer.

Integra ideas saludables a tu rutina

Crea hábitos saludables

Solo compra  alimentos con la cual puedas hacer facilmente comidas y meriendas saludables en casa. Mantén una botella de agua contigo, para que te sea más facil hidratarte durante el día. Organiza tu horario de trabajo (llega media hora más temprano y quédate media hora después de tu salida) para que hagas  hora y media de ejercicios.

Manos a la obra

Rutina de abdominales oblicuos

Vamos a trabajar diagonalmente nuestro abdomen, para trabajar los músculos oblícuos y tonificar el área lateral de nuestro abdomen.

La rutina

Con las manos detrás de la nuca, sin halar el cuello y sin pegar la barbilla del pecho, nos elevamos en dirección a la pierna contaria (con la rodilla ya flexionada), buscando llevar codos a la rodilla. Subimos y bajamos lentamente, contrayendo abdomen.

Realiza tres series de 20 repeticiones y cambia al otro lado, flexionando la pierna contraria. Repite todo el proceso anterior.