Si entras a cualquier gimnasio verás  a muchas personas sudando en las caminadoras, si pasas de nueve meses después,  muchas de esas mujeres no se verán más delgadas. La mayoría de las personas creen que mientras más corren más peso perderán.  Eso es cierto,  sólo hasta un punto. Correr es una forma efectiva y eficiente de quemar calorías.

El problema es que mientras más millas recorres más eficiente se vuelve tu cuerpo en esa actividad y entonces quemarás menos calorías. En otras palabras, inicialmente perderás peso pero tu progreso se va a estancar tan pronto como tu cuerpo se ajuste al ejercicio. Además correr largas distancias tiene un precio para tu cuerpo (lesiones como la rodilla del corredor) que puede dañar tu entusiasmo y a la larga, todo ese dolor y aburrimiento hace que muchos abandonen el ejercicio.

 Corriendo con más intensidad y haciendo tu cuerpo más fuerte puedes tener más beneficios en menos tiempo. De todas formas debes correr 3 a 5 días a la semana, pero no por más de 20 minutos por sesión.

Agrega velocidad.  Los intervalos, sesiones cortas de ejercicios intensos con periodos de descanso de por medio, funcionan mucho si corres para ejercitarte. Cuando te ejercitas intensamente tus músculos empiezan a trabajar más duro para procesar ese oxígeno, entonces emplean energía extra buscando otros químicos en el cuerpo para lograr terminar la actividad.  Trabajando así, continúas quemando calorías aun durante el periodo de recuperación en el cual trotas o caminas y hay más beneficios, tu metabolismo sigue activado después de terminar tu sesión de correr.

Cómo te benefician los intervalos

Corre y descansa

Está  comprobado que aquellos  que corren a una velocidad alta durante dos minutos seguido por tres minutos de trote a baja intensidad, queman más calorías en 24 horas que aquellos que mantienen el mismo paso moderado la hora completa. Los intervalos mientras corres pueden ayudarte a quemar calorías y a perder peso más eficientemente que si mantienes  un paso continuo.

Manos a la obra

Rutina de Hoy

Hoy vamos a trabajar nuestro abdomen, específicamente los oblicuos.

La rutina

Paso 1

Colócate de costado, apoyando todo el peso de tu cuerpo en el antebrazo y en tus piernas. Dejando el cuerpo despegado del suelo.

Paso 2

Contrayendo tu abdomen lleva la rodilla a nivel de tu cintura y regresa a la posición inicial. Repite tres series de 15 con cada pierna.