Perder peso y mantenerlo no debe ser un proceso tortuoso, en el cual tengas que dejar de lado tu vida social,  tus gustos, ni pasar dos  y tres horas diarias en el gimnasio para ver resultados. Debe ser un proceso mediante el cual no sólo obtengas la figura deseada, sino en el cual adoptes hábitos saludables que te duren toda la vida. De esta forma mantendrás el peso deseado de manera consistente y sin realizar enormes esfuerzos y sacrificios.

Planificación de comidas. Según  estadísticas, las personas que pierden peso y lo mantienen, por lo regular planifican sus comidas con antelación. Si no haces esto, comerás lo primero que encuentres y cederás ante las tentaciones de comida chatarra, cuando tengas un ataque de hambre y no tengas nada saludable listo para comer.

Masa muscular.  Cuando empieces tu régimen dietético, no dejes de lado las pesas. Si empiezas a perder peso sólo con dieta  vas a perder masa muscular en vez de grasa. Recuerda complementar tu dieta  con un ligero aumento en el consumo de proteínas, que encuentras en granos, pescado, carnes, productos lácteos bajos en grasa.

Estilo de vida.   No te vuelvas obsesivo con los ejercicios, esto no garantiza tus resultados a largo plazo, y puede hacer que te canses y abandones rápidamente tu rutina. Incorpora pequeñas modificaciones tales como desayunar todos los días,  come menos carne y más  frutas y vegetales, realiza comidas balanceadas en las cuales dividas tus necesidades calóricos entre alimentos proteicos, con fibra, frutas, vegetales y grasas saludables como ácidos grasos Omega 3. 

No olvides tus músculos

Ejercítalos y aliméntalos

Los músculos necesitan más calorías para mantenerse y también ayudan a que tu metabolismo trabaje a su máxima capacidad, lo cual te hace quemar más calorías.

La proteína es el alimento del músculo

La proteína la encuentras en los granos, pescado, carnes, productos lácteos bajos en grasa, entre otros alimentos naturales.

Manos a la obra

Dominada Frontal

Este ejercicio es uno de los mejores modos de fortalecer espalda, hombro frontal y bíceps, y es una prueba efectiva para medir tu fuerza y tu resistencia. También, de manera indirecta, se trabajan también los abdominales. Puedes valerte de alguien que te ayude, sosteniéndote los pies para darte apoyo “psicológico”.

La rutina

Paso 1

Con el rostro frente a la barra cuélgate de ella sin estirar por completo tus brazos. Empieza a elevarte lentamente, cargando el peso de tu propio cuerpo, hasta que lleves la barra aproximadamente al nivel de tu nariz. Este ejercicio también puede servirte como un excelente calentamiento antes de tu rutina de entrenamiento, para preparar toda la parte superior de tu cuerpo.

Paso 2.

Desciende lentamente, cuidándote de no bajar de golpe y de estirar por completo tus brazos. Sin apoyar los pies en el suelo o banco, sube nuevamente. Inicia con 8 repeticiones en adelante, o según tu capacidad.