Los productores de arroz y los propietarios de factorías se quejan porque dicen que las medidas del gobierno, a través del Banco Central y la Superintendencia de Bancos, para que los préstamos hacia el campo sean flexibilizados, todavía no los ha beneficiado. Los dirigentes Miguel de Moya y Oliveiro Espaillat Bencosme expusieron los obstáculos que han enfrentado debido a la naturaleza de su producto y a la forma de comercialización del mismo. Esperan, sin embargo, que los bancos comprendan mejor las disposiciones oficiales para que haya fluidez del crédito.

Los bancos no han aplicado de manera oportuna y ágil las flexibilidades dispuestas por la Superintendencia de Bancos para los préstamos agrícolas.

 Así lo consideraron los presidentes de la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz (Adofa) Miguel de Moya,  y de la  Federación Nacional Arrocera (Fenarroz), Oliveiro Espaillat Bencosme,  al participar en el Encuentro Económico de HOY. El presidente de Adofa dijo que en el caso del sector arrocero tienen muchas trabas para acceder al crédito, por lo que esperan que las medidas que ha tomado la Superintendencia de Bancos sean tomadas en cuenta por la banca comercial.

De acuerdo a lo explicado por el productor arrocero, la Superintendencia dio la orden para que no sea tomada en cuenta la “monovalencia para las garantías”, lo que significa que sólo se puede prestar como máximo el 30% del valor de la garantía.

Explicó que la monovalencia se da cuando lo que  se pone como garantía sólo tiene un solo uso, por lo que en el caso del sector arrocero el 20% de sus equipos tienen esa condición, lo que le dificulta a los productores del cereal obtener financiamientos.

Dijo que a pesar de que se flexibilizó esa medida la banca no lo ha tomado en cuenta.

En cuanto a  la calificación de los créditos los  arroceros siempre “sacan cero”, debido a la forma en la que tienen que rotar sus inventarios, ya que esos se manejan por cosecha.

“Los bancos para clasificar las factorías  miden el flujo de caja sin tomar en cuenta que recibe en 120 días el inventario que debe distribuir en todo  el año”, explicó.  Sostuvo que lo anteriormente planteado son dos aspectos que perjudican a los productores arroceros, debido a que la única alternativa que tienen es tomar préstamos a altas tasas de interés, lo que afecta considerablemente sus costos de producción.

Consideró que es necesario que la banca acoja el mensaje que está enviando la Superintendencia de Bancos para que fluya con más facilidad el crédito.