«Este sueño es la historia de mi vida. Yo empecé con esto en 1979 y recuerdo que doña Renee Klang se interesó mucho en el proyecto, pero tuvimos un tropiezo con el huracán David”.
Flor de Bethania Abreu clama por la creación de una compañía teatral para niños. Cargada de sus álbumes, recortes de periódicos y revistas y otros objetos que atesora con cariño, la veterana actriz y directora dominicana habla de su ensoñación, de un anhelo por largas décadas acariciado.
“Estoy hablando de la creación de una compañía para niños, que haga teatro continuamente. Puede ser del Estado o financiada por cualquier empresa que colabore anualmente para que en el país se haga ese tipo de producción”, explica la actriz, quien se inició en el quehacer teatral en su tierna infancia.
A seguidas aclara que no se trata de montajes de grandes producciones, sino de obras escritas para niños que educan y divierten.
Flor de Bethania indica que hay obras de autores dominicanos y extranjeros que se prestan para el proyecto que hace años ha ideado. Entre esas piezas señala: “El rey Clinejas”, del dominicano Manuel Rueda.
“Yo hablo de una cosa educativa y continuada para que todos los niños tengan acceso al teatro. Los padres tenemos un problema, y es que no sabemos a dónde llevar a los niños el fin de semana. Este proyecto podría ser de mucho provecho, principalmente porque aquí no tenemos una larga tradición teatral”, señala la actriz, que indica que esa compañía incluso podría hacer giras por el país.
Sus ojos brillan de emoción cuando habla de su proyecto y recuerda la ocasión en que visitó varias compañías de teatro para niños en Estados Unidos y quedó impresionada con sus teatros y escuelas.
A pesar de que aún no ha tenido respuestas positivas para materializar su sueño, ella se mantiene positiva y mira con buenos ojos todos los beneficios que podría ofrecer: La compañía sería una fuente de trabajo para los profesores y los actores; además ayudaría a que los niños aprendan a desenvolverse, que tengan autoestima, que aprendan a hablar y a leer y que tengan teatro todo el año.
“Aquí hay varios locales con los que podemos empezar. Por ejemplo, la Escuela Normal de Señoritas Salomé Ureña tiene un espacio bellísimo, un auditorio que prácticamente no se usa”, indica mientras afirma reflexiva que la meta es acercar el niño al teatro.
Falta apoyo. La directora lamenta que se le dé tan poco apoyo al teatro. “Esto -afirma- es prácticamente una aventura, es algo difícil de conseguir, aún para mí que tengo 60 años en el teatro”.
Considera que aunque hay compañías y pequeños espacios para el teatro, este se ha quedado rezagado.
Siempre en el teatro. Flor de Bethania dijo que el teatro es su vida. A los tres años declamaba en las veladas y escuelas, y a los 15 años ganó el premio como la mejor actriz. Se crió en un ambiente culto.