Flor del sol: cómo obtener tu propia cosecha

Flor del sol: cómo obtener tu propia cosecha

Desde la mañana, ante los primeros rayos del luz, la flor del sol comienza su hermosa danza en pos del astro mayor. A él está unida inevitablemente por una fuerza que no es amor, sino fototropismo, una respuesta de los organismos vegetales ante los estímulos luminosos.

Esta es una de las características más notables de esta planta tropical, pero lo que primero salta a la vista es la belleza imponente de sus flores, que pueden extenderse hasta tres metros de altitud para deslumbrarnos con sus hermosos pétalos de amarillo intenso.

En el centro de la flor están contenidas las semillas que suman un punto a favor de su fama, las cuales contienen nutrientes y un aceite comestible muy recomendado para la salud que también es utilizado para la fabricación de combustible biodegradable.

Pero para los amantes de la floricultura el mejor uso del girasol es poder exhibirlo con orgullo en sus jardines.

Dado que el cultivo de esta planta es fácil, tú también puedes hacerlo en casa, para ello solo debes seguir los siguientes pasos:

1. Adquiere las semillas. Las puedes conseguir en un vivero o una jardinería. Las plantas de menor tamaño son las más recomendables para cultivar en maceteros. En todo caso puedes pedir orientación al personal de la tienda de plantas.

2. Elige el recipiente. Puedes comenzar en una maceta de 30 a 40 centímetros de ancho, a sabiendas de que la planta pronto tendrá que ser trasplantada a un espacio más grande.

Debes hacerlo antes que la planta sobrepase las dos pulgadas de alto, pues es muy sensible a los trasplantes y luego puede que no lo resista. Si vas a sembrar girasoles de los grandes, necesitarás recipientes de por lo menos 18 litros.

3. Siémbralas. Coloca de 2 a 10 semillas en parejas, según el tamaño del recipiente que hayas elegido. Plántalas a una pulgada de profundidad y con 10 centímetros de distancia. Tardarán de 3 a 8 días en germinar. 

4. Trasplántalas.  Para lograr una buena cosecha, lo mejor es trasplantar aquellas plantas que se vean con mayor fortaleza. Elige un suelo de buena calidad y cava agujeros para cada planta de girasol. Pero lo más importante es que el lugar donde las vayas a plantar definitivamente reciba buena luz del sol, que será vital para que la planta se desarrolle.

En este momento deberás seguir dando los cuidados generales como a toda planta, regándola con unos 75ml de agua. Pero cumplidas las dos semanas lo aumentarás a 100, y así sucesivamente conforme la planta vaya creciendo.

Si notas que la flor es muy pesada para el tallo,  ayúdala a mantenerse firme con una estaca de bambú o un soporte que puedes conseguir en las tiendas de jardinería.

No es indispensable utilizar fertilizante con los girasoles, pero si lo deseas, busca la recomendación del experto.

Si quieres usar las semillas de tu planta, deja que la flor muera y que las semillas maduren y sequen.

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