El estado de Florida superó este jueves los 50.000 fallecimientos por covid-19 en medio de una guerra por los tapabocas en las escuelas públicas, incentivos en dinero para aquellos aún reacios a vacunarse y más encuestas que rechazan el manejo de la pandemia por parte del gobernador Ron DeSantis. Ya son cerca de 3,5 millones de casos confirmados del patógeno desde el 1 de marzo de 2020 y 50.811 muertes, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Florida ya es el primero en número de muertes acumuladas de la covid-19 en los últimos 28 días y el segundo en casos por esa enfermedad en el mismo periodo, según la Universidad Johns Hopkins. En ese lapso de tiempo Florida ha presentado 8.119 muertes, seguida de Texas (6.175), y 485.680 casos, muy cerca de los 488.419 del estado sureño. Las hospitalizaciones, entre tanto, bajaron a 9.917 este jueves, según la Asociación de Hospitales de Florida, después de superar récords de más de 17.000 a finales de agosto, que fue el mes más fatídico, con más de 8.600 fallecimientos.
De igual forma, se presentaron 10.889 casos confirmados el martes pasado y otros 9.313 ayer miércoles. Según un análisis del Miami Herald, hubo 1.554 muertes que no se habían reportado antes, que no necesariamente ocurrieron un solo día.
Ante la falta de información diaria por parte del Departamento de Salud de Florida, el diario calcula los datos basado en información que el estado de Florida entrega a las autoridades federales, específicamente a los CDC. Entre tanto, DeSantis, que deja la decisión de usar mascarillas en las escuelas a los padres de los estudiantes y es reacio a promover la vacunación al considerar que es una decisión personal, ha tenido bajones en las encuestas, donde la mayoría de los floridanos se declaran a favor de esas medidas y consideran que deberían ser obligatorias.
Según una encuesta divulgada este jueves, el 73 % de votantes de Florida considera que los distritos escolares deberían obligar al uso de tapabocas. Además, el 52 % de los 753 votantes entrevistados entre el 27 y el 31 de agosto desaprobó el manejo de la pandemia por parte del republicano, mientras el 45 % lo aprobó, según el sondeo comisionado por el Comité para Proteger el Cuidado de la Salud.
Entre tanto, el condado de Broward, al norte de Miami anunció que pagará 500 dólares a cada uno de sus empleados que se vacunen y que aquellos renuentes a hacerlo tendrán que presentar pruebas semanales de la covid-19. Su alcalde, Steve Geller, recordó que este condado, con unos 6.800 empleados, tuvo en agosto el récord de hospitalizaciones en todo Estados Unidos.
Por otro lado, ante el temor por la variante delta, que es más contagiosa, Santiago Álvarez, propietario de más unas 1.200 apartamentos de alquiler en los condados de Broward y Miami-Dade, anuncio que solo está renovando contrato a aquellos inquilinos que estén vacunados.
La exigencia incluye a sus empleados porque no quiere ver más muertes entre inquilinos y trabajadores. Su abogado argumentó que no está violando una nueva ley de Florida impulsada por DeSantis que prohíbe pedir certificados de vacunación a las empresas al señalar que se trata de residentes no de compradores. Tanto el tema de las mascarillas como el de las vacunas están en litigios en cortes contra la administración del republicano DeSantis.