El Fondo Monetario Internacional  aprobó ayer la Carta de Intención correspondiente a la quinta  y sexta   revisiones del acuerdo stand-by, por lo que el país podrá recibir de manera inmediata por parte de ese organismo internacional unos US$348.1 millones, de los cuales  unos US$132.5 millones serán consignados para el Gobierno Central y el monto restante, de US$215.6 millones, serían destinados a fortalecer las reservas internacionales del Banco Central. La información la ofreció el gobernador del Banco Central.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer la Carta de Intención correspondiente a la quinta  y sexta   revisión del acuerdo stand-by, por lo que el país podrá recibir de manera inmediata por parte de ese organismo internacional unos US$348.1 millones, de los cuales  unos US$132.5 millones serán consignados para el Gobierno Central y el monto restante, de US$215.6 millones, serían destinados a fortalecer las reservas internacionales del Banco Central.

La información la ofreció el gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Héctor Valdez Albizu, quien destacó  que con la culminación de esta quinta y sexta revisiones,  se facilita el acceso por parte del Gobierno dominicano a los mercados internacionales para la colocación de los US$500 millones de bonos soberanos, y se motoriza el desembolso de los recursos para apoyo presupuestario previsto del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por unos 270 millones de dólares, aproximadamente, contemplados  en el Presupuesto Nacional y en el propio Acuerdo con el FMI.

El funcionario consideró que, sin lugar a duda, el influjo de estos recursos, que en total ascenderían a unos US$1,100 millones en el  período julio-diciembre del 2011, contribuirán al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica del país y con la estabilidad relativa de la tasa de cambio.

En la carta de intención enviada al FMI, el Gobierno destacó que la situación macroeconómica de República Dominicana es  positiva y mejor  de lo esperado, no obstante,  admitió  que algunas de las metas fiscales y de balanza de pagos no se han cumplido.

Además,  resaltó  el riesgo del aumento de la inflación, debido  a  los aumentos de los precios internacionales de alimentos y combustibles, así como el sobrecalentamiento de  la economía local.