El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer del 4,9 % al 4,4 % la previsión de crecimiento mundial para 2022, medio punto menos, fundamentalmente por la caída de las expectativas para las dos mayores economías del mundo: Estados Unidos y China.
También prevé que la economía latinoamericana crecerá en 2022 un 2,4 %, rebajando en seis décimas su estimación de octubre.
En un informe titulado ‘Aumento del número de casos, recuperación interrumpida y mayor inflación’, el FMI apunta que la economía mundial comienza 2022 «en una posición más débil de lo esperado anteriormente», debido a las restricciones establecidas por los países para hacer frente a la propagación de la variante ómicron.
En lo que se refiere a la alta inflación, el FMI estima que persistirá más tiempo de lo previsto en su informe de octubre, ya que los altos precios de la energía y las interrupciones en las cadenas de suministro continúan en este inicio de 2022.
Así, el organismo espera que la inflación disminuirá gradualmente a medida que disminuyan los desequilibrios entre la oferta y la demanda en 2022 y también se dé una respuesta en materia de política monetaria en las economías.
El FMI aboga por ajustes en la política monetaria «para frenar las presiones inflacionarias», y que, en un contexto con mayor limitación a nivel de política fiscal, se priorice el gasto social y sanitario, además de considerar «fundamental» la cooperación internacional con el objetivo de «preservar el acceso a la liquidez.