FMI niega tensiones con Argentina

FMI niega tensiones con Argentina

POR ADAM THOMSON
El Fondo Monetario Internacional negó ayer que sus relaciones con Argentina se estaban volviendo cada vez más tensas, e insistió en que las conversaciones continúan con los líderes del país. “Tenemos una relación cordial con las autoridades argentinas”, Thomas Dawson, el vocero del FMI, dijo ayer. “Las autoridades han dejado claro que siguen comprometidas con lo que está en el programa […] y están haciendo lo que pueden hacer para que se alcance el programa”.

Los comentarios del señor Dawson, pronunciados menos de una semana antes de una visita a Argentina de Rodrigo Rato, el nuevo director administrativo del FMI, son las primeras de una institución con sede en Washington desde que Argentina anunció que detenía el programa con el FMI hasta concluir su próxima oferta de reestructuración de deuda con los acreedores privados.

Roberto Lavagna, el ministro de economía de Argentina, dijo que la decisión se tomó para asegurar que las negociaciones con el FMI no interferirían con los intentos de llegar a un acuerdo para reestructurar cerca de US$100 millardos que el país le debe a los inversionistas después del incumplimiento de diciembre de 2001.

No obstante, muchos analistas ven la movida como una táctica para voltear las graves demoras en la aprobación del FMI de la tercera revisión del programa a favor de Argentina. Una de las condiciones del FMI para desembolsos futuros era que el país hiciera esfuerzos “de buena fe” para llegar a un acuerdo con los acreedores, y varios grupos de acreedores estaban utilizando esa demanda como una forma de ejercer presión adicional sobre Argentina para mejorar su oferta de reestructuración de la deuda.

Al demorar el acuerdo, icen los especialistas, Argentina ha despojado a los tenedores de bonos de ese potencial de influencia. Entre otras cosas, le ha conseguido un tiempo inapreciable al gobierno para enviar el presupuesto del próximo año al Congreso sin tener que sufrir la presión del FMI sobre futuras metas fiscales.

El señor Dawson hizo hincapié ayer en que el acuerdo actual no está suspendido sino más bien que “la tercer revisión todavía no se ha completado”. Añadió: “Una demora en la revisión no significa que haya una demora en el diálogo”.

Una señal de que el gobierno está tratando de enmendar los deslices en la agenda de reforma estructural se vio esta semana, cuando entregó al Congreso una propuesta de un nuevo esquema regulador para las compañías de servicios públicos.

Esta medida aborda una de las demandas del FMI sobre la necesidad de establecer reglas claras y predecibles para los operadores privados de servicios públicos, que se han quejado amargamente sobre las violaciones de contratos y falta de transparencia.

Julio de Vido, el ministro de planificación del gobierno, declaró que la propuesta es un gran paso adelante, al decir que “los servicios públicos en Argentina estarán [ahora] claramente definidos en una ley”. Sin embargo, los analistas privados han criticado la ley, argumentando que impone restricciones potencialmente grandes a los que suministran servicios públicos.

TRADUCCION: Iván Pérez Carrión

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