Washington (EFE).- El directorio del FMI pidió a Brasil que reduzca las cotizaciones que los empresarios deben abonar por cada empleado y los trámites burocráticos como una forma de promover el crecimiento, en su análisis anual de la economía de ese país. El Consejo Ejecutivo, el máximo órgano de decisión en las operaciones del día a día del Fondo Monetario Internacional (FMI), revisó la economía brasileña el pasado 31 de mayo, pero no hizo públicas sus conclusiones hasta hoy.
Su informe, que tiene un tono positivo, prevé que Brasil crezca este año un 3,5 por ciento en términos reales (descontada la inflación), mientras que el Indice de Precios al Consumo IPC) terminará el año en el 4,5 por ciento, que es la meta oficial del banco central. Aunque el crecimiento per cápita se ha recuperado y ahora tiene una base más sólida, Brasil puede hacer mucho más, opinaron los directores ejecutivos, que representan a los 184 países miembros de la institución.
Para ello recomendaron al país consolidar la estabilidad macroeconómica, cimentar su política económica a nivel institucional, aumentar la eficiencia del sector público y una mejora de las cuentas del sector público.
También le urgió a adoptar reformas estructurales ambiciosas, como la eliminación progresiva de los impuestos a las transacciones financieras y del requisito de que los bancos mantengan un alto nivel de reservas.
Además, instó a Brasil a reducir las contribuciones al erario público que deben hacer las empresas por sus empleados, así como los trámites burocráticos, medidas que pueden jugar un papel clave para disminuir la informalidad en el mercado laboral y en consecuencia promover la productividad y el crecimiento.
Asimismo, recomendaron al país que liberalice su comercio exterior y de las normas que regulan el mercado cambiario, lo que estimularía la integración de la economía brasileña en la economía mundial, a su juicio.
En todo caso, el Consejo Ejecutivo enfatizó que la disciplina fiscal debe ser el cimiento de cualquier estrategia de crecimiento.
El FMI calcula que el superávit presupuestario primario (el resultado de las cuentas del estado antes del pago de la deuda) ascenderá al 4,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) este año, frente al 4,8 por ciento registrado el año pasado.
El directorio instó a Brasil a usar mejor el dinero público, con una reducción de los requisitos de gasto obligatorio y medidas para resolver el desequilibrio creciente del sistema de seguridad social.
Para el banco central, el Fondo sólo tuvo alabanzas. Su directorio le felicitó por reducir la inflación y expresó su apoyo a su bajada cautelosa de las tasas de interés.
La institución dijo que otorgar autonomía formal al banco central podría contribuir a solidificar el marco monetario de Brasil.
El Consejo Ejecutivo también constató que el país ha logrado reducir su deuda externa a su menor nivel en más de 25 años en relación a sus exportaciones, al tiempo que sus reservas de divisas han subido a niveles más cómodos.
La deuda pública se reducirá al 50,6 por ciento del PIB este año, comparado con el 51,7 por ciento al que ascendió el año pasado, mientras que las reservas del banco central aumentarán un 17,6 por ciento en el 2006, según el FMI.
El directorio interpretó estos datos como una fuente de mayor estabilidad y crecimiento a largo plazo.