FMI prevé en 2018 inflación sea de 1.000.000% en Venezuela

FMI prevé en 2018 inflación sea de  1.000.000% en Venezuela

FILE - In this Feb. 7, 2018 file photo, a woman holds a wad of bills to pay her bus fare in Caracas, Venezuela. The IMF predicted on Monday, July 23, 2018 that inflation in Venezuela would reach one million percent this year, comparable to that experienced in Germany at the beginning of the 20th century and in Zimbabwe at the beginning of the last decade. (AP Photo/Ariana Cubillos, File)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que en Venezuela la inflación llegue al 1.000.000% cuando se cierre el año 2018, frente a la estimación del 13.800% que hizo en abril.
“Es la evidencia de que el dinero perdió su función de intermediario en la economía”, afirma una publicación del diario El País.
“La situación es similar a la de Alemania en 1923 o la de Zimbabue en 2008”, señala Alejandro Werner, el economista en el FMI a cargo del departamento que sigue la evolución de los países de la región latinoamericana, al comparar la situación de Venezuela con otros precedentes históricos. Los precios, insiste el organismo, están descontrolados y el dinero está perdiendo valor a una velocidad exponencial al tiempo que se desploma la demanda.

Un salario mínimo en Venezuela está fijado 5.196.000 bolívares o 1,5 dólares al mes al cambio no oficial (unos 1,3 euros). Es decir, con esa prestación no puede ni siquiera comprarse una lata de atún, cuyo valor supera los seis millones de bolívares.
El Gobierno de Nicolás Maduro sube estas asignaciones periódicamente. No obstante, el efecto que produce en el marcado está lejos de paliar las consecuencias de la hiperinflación, puesto que de forma automática, cada aumento supone una multiplicación de los precios de la cesta básica.

La nueva estimación refleja la gravedad de esta situación. El dinero, indica el FMI, no tiene ya valor. Eso, señalan los técnicos, provoca que cualitativamente no cambie muchos las cosas para el ciudadano. La diferencia entre una inflación del 10.000%, el 100.000% o del 1.000.000%, señalan los economistas, es menor cuando el dinero ya perdió su función y refleja la ausencia de control.
«La destrucción del sistema de precios ya está hecha», insiste Werner, que indica que esta proyección está sujeta «a un alto grado de incertidumbre».

Un reflejo gráfico de esa tendencia se da, por ejemplo, en la ciudad colombiana de Cúcuta, ubicada en la frontera, por la que transitan a diario decenas de miles de venezolanos. En los puestos ambulantes no es infrecuente encontrar productos de artesanía como bolsos y carteras fabricados con bolívares. Además, los ciudadanos se ven obligados a afrontar la escasez de efectivo consiguiendo billetes, necesarios para poder realizar pequeños pagos, a un precio tres o cuatro veces mayor a su valor nominal.

El FMI señala que Venezuela va a encadenar en 2018 su tercer año consecutivo con una contracción de doble dígito en su economía y va camino de perder la mitad de su producto interior bruto en los últimos años.
La caída de la actividad en este ejercicio la atribuye principalmente a la caída en la producción de petróleo y a las distorsiones que sufre la economía al nivel micro, lo que provoca que se desequilibren todos los indicadores macroeconómicos. Las cuentas públicas seguirán deteriorándose.

“El desplome de la actividad económica, la hiperiflación y el creciente deterioro en los servicios públicos (salud, electricidad, agua, transporte y seguridad) así como la falta de alimentos a un precio subsidiado”, señala Werner, está alimentando los flujos migratorios.

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