KEDMAY T. KLINGER BALMASEDA
En vista de la necesidad y los enigmas presentados sobre este tema, me motivo en esta ocasión profundizar más específicamente sobre la fobia social.

Las fobias son consideradas dentro de los «Trastornos de ansiedad», el cual caracteriza básicamente a la fobia como la aparición de una crisis de angustia desencadenada por el objeto o situación fóbica.

Es común ver, que personas que posean una fobia social se sientan nerviosas en ciertas situaciones sociales tales como al tener una entrevista de trabajo, ir a una reunión o dar una presentación. A la mayoría de nosotros nos preocupa lo que vamos a decir, hacer o incluso lo que vamos a ponernos durante estos eventos. Sin embargo, para algunas personas con fobia social (también conocida como trastorno de ansiedad social) estos eventos y otras situaciones sociales pueden ser aterrorizantes y espantosos.

Las personas que tienen fobia social usualmente comienzan a notar esto al comienzo de la adolescencia, no obstante, algunas personas recuerdan haberlo tenido desde que tienen memoria. Para otros, se desarrolla más adelante, a medida que tienen que estar más expuestos a la gente. Este tipo de fobia, con frecuencia se hereda entre los miembros de familia, aunque algunas veces conduce a otros problemas tales como depresión o abuso de substancias.

Algunas personas tienen fobia social solo en unas pocas situaciones tales como actuar en público o hablar con una persona importante. Otras la tendrán en muchas más situaciones que pueden incluir usar un baño público, comer en un restaurante, hablar por teléfono o firmar su nombre en frente de otras personas.

Mayormente, ante una fobia social, se tiene un miedo enorme de sentir vergüenza en frente de otras personas, ya que estas personas sienten que todo el mundo les está mirando para ver si se sonrojan, sudan o demuestran su miedo de algún otro modo. Con frecuencia creen que demostrar ansiedad es una señal de debilidad o inferioridad, ya que piensan que otras personas tienen más seguridad y son más competentes de lo que éstas realmente son.

Hay que considerar que este tipo de persona con fobia social, usualmente sabe que sus miedos no son completamente racionales pero de todos modos siguen sintiendo temor de las situaciones en que están expuestas a más gente. Es probable que opten por hacer hasta lo imposible para evitar ir a algunos eventos, puesto que con frecuencia se sienten muy nerviosos antes del evento y bastante incómodos durante el mismo. Pueden tener síntomas físicos tales como sudar bastante, tener malestar estomacal o dificultad para hablar. Después, las sensaciones desagradables pueden persistir porque se preocupan de lo que la demás gente en el evento pensó acerca de ellos. La fobia social puede hacer que le sea difícil ir al trabajo o a la escuela, o realizar otras actividades diarias.

Se debe entender que también los comportamientos de evitación interfieren acusadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales, académicas o sociales o bien provocan un malestar clínicamente significativo.

Por tal razón, quiero dejar claro que la fobia social es un trastorno continuo que usualmente necesita la ayuda y la atención de un profesional de la salud. No simplemente es timidez; incluso si usted está preocupado acerca de su fobia social, la asesoría psicológica le puede ayudar a encontrar las maneras viables para controlar sus miedos, de modo tal que aprendan a disminuir la ansiedad al igual que mejorar las habilidades sociales y conversacionales.

klinger_psicología@yahoo.es