El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer el restablecimiento del acuerdo stand by para la República Dominicana y autorizó un desembolso al país de US$66 millones, tras concluir la primera revisión del programa.

Ese acuerdo contempla desembolsos durante los dos años en que será ejecutado el acuerdo por 437.8 derechos especiales de giro, que equivalen a unos US$657 millones.

Con el desembolso autorizado ayer, suman unos US$197 millones los recursos desembolsados por el FMI como parte del programa.

El acuerdo con el FMI busca restablecer la confianza en el sistema bancario y en la política económica general del país.

En el memorando de políticas suplementarias, que sirvió de base para el restablecimiento del programa con el FMI, se prevé que la economía tenga un crecimiento negativo en el presente año de 1 por ciento y que la tasa de inflación sea de 14 por ciento.

En una declaración de prensa ofrecida por el FMI, se afirma que al completar la revisión, el Directorio Ejecutivo aprobó la solicitud de la República Dominicana de dispensar la inobservancia de los criterios estructurales de desempeño en varios aspectos del acuerdo.

Los puntos en los cuales se otorgó la dispensa son los relacionados con la aprobación de los reglamentos de la Ley Monetaria y Financiera, de la ley para resolución bancaria bajo Riesgo Sistemático y de la Ley de Presupuesto para el 2004, y la unificación del mercado cambiario.

La dispensa también abarcó cuatro criterios cuantitativos de desempeño para finales de diciembre de 2003 sobre metas fiscales y monetarias; y criterios continuos de desempeño concernientes a la acumulación de atrasos externos, restricciones a la tasa de cambio y prácticas de tipos de cambio múltiples.

El directorio ejecutivo del FMI también aprobó una solicitud de dispensar sobre la aplicabilidad de los criterios cuantitativos de desempeño para finales de diciembre de 2003 sobre la contratación de la deuda externa, ya que los datos finales sobre estos criterios aún no estaban disponibles.

Tras el conocimiento por parte del directorio del FMI del caso dominicano, Agustín Carstens, subdirector gerente en funciones de presidente del organismo, afirmó que «la implementación rigurosa del programa, junto con un sólido compromiso político con reformas futuras, serán decisivos para sobreponerse a la crisis actual en la República Dominicana».

A continuación se ofrece la declaración del alto funcionario del FMI:

«1.La República Dominicana sigue enfrentado una difícil situación económica precipitada por la crisis del sector bancario del último año, que condujo a un rápido incremento de la deuda pública, la depreciación de la moneda y la inflación acelerada. Aunque las autoridades tuvieron éxito en estabilizar el sistema bancario, no se observaron los criterios clave de desempeño bajo el programa con respaldo del Fondo y se retrasaron una serie de medidas estructurales, incluyendo en áreas bancarias claves. Con el desfase en la puesta en ejecución de políticas y las incertidumbres políticas en aumento, las salidas de capitales se aceleraron y el peso estuvo bajo nuevas presiones, debilitando así las finanzas del débil sector energético y contribuyendo a la ocurrencia de apagones y tensiones sociales.

2.En contra de estos antecedentes, las autoridades dominicanas implementaron recientemente un grupo de políticas correctivas. Al inicio de este año, aseguraron la aprobación congresional de un presupuesto consistente con un déficit combinado del sector público de un 3/4 por ciento del PIB, iniciaron nuevas reformas del sector eléctrico, restringieron las condiciones monetarias, finalizaron la intervención en la operación del mercado cambiario, liquidaron los atrasos externos no programados e implementaron políticas estructurales que habían sido retrasadas.

3.Estos pasos recientes constituyen un esfuerzo significativo para revigorizar la política económica con objeto de restaurar la confianza y la estabilidad macroeconómica y estimular el crecimiento de la producción. Los ajustes de política fiscal estabilizarán la deuda pública, si bien la política monetaria mantendrá la liquidez bajo control para reducir significativamente la inflación. Junto con aquellas medidas, el financiamiento externo oficial respaldará la confianza y ayudará a que se recuperen las reservas internacionales. Para facilitar aún más la situación de liquidez externa, el gobierno ha buscado y recibido seguridades de financiamiento de acreedores oficiales bilaterales. En el sector eléctrico, la reforma de las tarifas y la nueva fijación de metas de subsidios será introducida después de la primera mitad del 2004. Las autoridades también implementarán un conjunto amplio de nuevas reformas bancarias.

4.En las áreas importantes del sector de política fiscal y eléctrica se esperan reformas adicionales que serán implementadas este año, después de las elecciones. Al mismo tiempo, las autoridades están desarrollando propuestas de reformas impositivas y en los sectores eléctricos y bancarios, consultándolas con expertos internacionales.

5.La implementación rigurosa del programa, junto con un sólido compromiso político con reformas futuras, serán decisivos para sobreponerse a la crisis actual en la República Dominicana. Si se puede restaurar la confianza y las reformas estructurales son implementadas de forma decidida, el país podría recuperar el alto crecimiento y la estabilidad macroeconómica que fueron los logros de su desarrollo durante la mayor parte de los años 90″.