Fondos externos debutarán en grande el 2005

Fondos externos debutarán en grande el 2005

POR CLAUDIO CABRERA
Por el hecho de que mucho antes de anunciarse la confección del actual Proyecto de Ley de Presupuesto y Gastos Públicos para el año 2005 se hablaba entre funcionarios, políticos y economistas sobre la necesidad de recursos externos para cubrir la brecha fiscal, la cuestión del financiamiento externo anexo al Presupuesto de la nación se puso otra vez de moda.

La verdad es que tradicionalmente, en esta materia los diferentes gobiernos fallaron en formular sus respectivos presupuestos sobre la base de contar con esos recursos extranjeros. En la mayoría de los casos los gobiernos no apropiaban debidamente contrapartidas en pesos para lograr que las agencias extranjeras imprimiesen suficiente fluidez a los recursos dispuestos para proyectos.

Enhorabuena acaba de anunciar el Secretario Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, el monto que globalmente cubrirá el nuevo Presupuesto de la Nación para el próximo año 2005, el cual ascenderá a la suma sin precedentes de RD$ 206 mil millones.

Según se ha convenido entre el gobierno dominicano y el Fondo Monetario Internacional (FMI), las autoridades dominicanas debían primero lograr un acuerdo con el organismo multilateral sobre la base de una reforma fiscal que permitiese la obtención de fondos suficientes para cubrir los requerimientos del pago de la deuda externa, cubrir el déficit fiscal previsto, destinar recursos al subsidio de la energía eléctrica y reducir los gastos corrientes.

Pero la reforma fiscal, ante el interés del propio Presidente Leonel Fernández de no lesionar el bolsillo de los pobres, fue recortada en sus alcances, lo cual dejaba al gobierno sin los suficientes recursos para destinarlos a nuevas obras y proyectos de inversión de carácter social.

De hecho, esta situación obligó a un giro de las autoridades, interesadas en efectuar grandes inversiones en obras sociales y en efectuar nuevos proyectos de infraestructura. De aquí surgió el gran interés por los recursos disponibles en el exterior por vía de agencias internacionales y de préstamos bilaterales.

La principal obligación institucional que se desprende de ese giro dado al presupuesto del año que viene indica que deberán coordinarse cada vez más las políticas intersectoriales entre el Secretariado Técnico, el Banco Central y la Secretaría de Finanzas, pues los fondos externos deberán fluir a través de la institucin monetaria en base a los resultados en los progresos sectoriales de cada proyecto apoyado con recursos extranjeros.

La confección del indicado presupuesto ha suscitado gran interés entre los analistas, algunos de los cuales lo consideran muy abultado. Otros opinan que se han sobreestimado los ingresos internos debido a cierta tendencia regresiva atribuíble a la última reforma fiscal, cuyas expectativas parecen no satisfacer las necesidades gubernamentales para solventar el gasto público con miras al año próximo.

Para borrar cualquier resquicio de dudas ante la postura de las actuales autoridades sobre el monto del anunciado Proyecto de Presupuesto, el ingeniero Montás puntualizó que junto al señalado proyecto, el gobierno emitirá sendos decretos, uno de los cuales dispondrá «una centralización del manejo del presupuesto», en tanto el otro centralizará «los trámites de préstamos al exterior».

Con relación a este último decreto, economistas consideran que este punto debe ser más detallado por las autoridades, porque si en el pasado ha prevalecido un gran embudo presupuestal lo ha sido en lo que respecta al ingreso al país de fondos provenientes del exterior a través de financiamientos bilaterales, así como de préstamos negociados con las distintas agencias internacionales.

UN PUNTO CIEGO: LOS FONDOS EXTERNOS

Acorde al criterio de estos economistas consultados, tradicionalmente la República Dominicana no ha tenido mucho éxito ni gran tadición en cuanto se refiere a lograr la agilidad necesaria para lograr que los fondos provenientes de préstamos del extranjero lleguen a las arcas nacionales con la debida celeridad.

«Muchos problemas de orden burocrático y de orden institucional han influído en que las cosas caminen de esa manera, obstaculizando en la mayoría de los casos la llegada de fondos en moneda fuerte para aplicarlos a proyectos de desarrollo», señala el economista Miguel Ceara Hatton sobre el particular.

Pero indica que debido a que el Proyecto de Presupuesto para el 2005 ha sido elaborado sobre la base de depender un cuarto   de la totalidad de sus ingresos, unos RD$ 51 mil millones, «entonces es de esperarse que las autoridades hagan lo debido para evitar que obstáculos de orden burocráticos influyan en ralentizarlos u obstaculizar que vengan al país para cubrir los proyectos a que están asignados».

Advierte que una vieja práctiva muy nociva consistía en que muchos de estos proyectos bilaterales negociados con países amigos, así como con agencias internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, sean dejados a un lado o bien se prolonguen en su ejecución, debido a que «muchas veces no se consignan las contrapartidas precisadas por el gobierno dominicano para concretarlos».

Resalta que es de esperar que a partir de ahora que el país emprende un camino de apertura presupestal a los fondos que llegan desde el exterior, prevalecerá otra conciencia sobre lo que es tanto el manejo de estos instrumentos financieros tan necesarios para el desarrollo económico y social.

«Creo que desde ya -indicó el economista Ceara Hatton-, se irán depurando los mecanismos institucionales que hasta ahora han obstaculizado la viabilidad de grandes partidas de fondos como parte integral del presupuesto de ingresos y gastos de la nación».

El economista José Serrulle señala al respecto que es preciso que el gobierno logre depurar entre todos los proyectos de que dispone, aquellos que realmente tendrán un impacto reproductivo en la estructura económica y que a su vez permitan una mayor inversión en áreas sostenibles y que tengan un gran impacto social.

Resalta que «es de esperar que las autoridades gubernamentales logren apuntalar la economía haciendo el uso apropiado de esos recursos», que deben llegar en forma ágil y bien distribuído evitando el dispendio de fondos que tanto cuestan al país, y que son necesarios para hacer crecer la economía.

FONDOS QUE VIENEN

Acorde a la programación hecha por las autoridades para el año fiscal que inicia el próximo primero de enero del 2005, el país recibirá por concepto de aportes externos fondos por unos mil millones de dólares.

Estas partidas están divididas entre aportes provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el préstamo de emergencia ascendente a US$450 millones, así como otros aportes del BID, del Banco Mundial y de otras fuentes.

El Banco Mundial extenderá financiamientos al año próximo por US$150.0 millones, divididos en sendas partidas de US$100.0 millones para destinarlos al programa de apoyo al sector eléctrico y otros US$50.0 millones para sectores sociales, entre los que se destaca un programa para combatir el SIDA y otro para apoyo a la educación básica.

Otros fondos provendrán de los aportes que extenderá al gobierno el BID por US$60.0 millones para ejecutar programas de apoyo a la reforma institucional en las áreas de salud, educación, titulación de tierras, agua potable y riego.

Provenientes del recién firmado Acuerdo de Caracas, firmado entre los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, como país aportante, y el presidente Leonel Fernández, llegarán al país recursos por US$225.0 millones, los cuales serán aplicados directamente mediante planes a ser financiados por la Presidencia de la República.

Estos fondos no incluyen recursos que servirán al país para cubrir atrasos en el pago de la deuda externa, gestión que realiza en el país un grupo de firmas extranjeras que diseña dicho programa.

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