Ford dispuesto a trabajar con Trump si políticas son adecuadas

Ford dispuesto a trabajar con Trump si políticas son adecuadas

Ford Motor Co. fue blanco de las críticas de Donald Trump durante la campaña electoral por fabricar automóviles en México, y ahora que Trump va a ser presidente, la compañía ha declarado que está dispuesta a trabajar con él para mantener los puestos de trabajo en Estados Unidos siempre que Trump ponga en marcha las políticas adecuadas, según el máximo ejecutivo del fabricante de automóviles.
“Seremos muy claros en las cosas que nos gustaría ver», dijo el viernes Mark Fields en una entrevista exclusiva en las oficinas de Bloomberg en Southfield, Michigan.
Entre ellas, según Fields, se sitúan la normativa de manipulación de divisas para promover el comercio libre y justo, una reforma tributaria y las directrices de seguridad para vehículos autónomos.
Fields dijo que Ford planea presionar al nuevo presidente para suavizar la regulación de Estados Unidos y de cada estado sobre el ahorro de combustible, que perjudica las ganancias al obligar a los fabricantes de automóviles a construir autos híbridos y eléctricos por encima de la demanda de los clientes, dijo.
«En 2008, la oferta en el mercado estadounidense era de 12 vehículos eléctricos y representaba el 2,3 por ciento de la industria», dijo Fields en la entrevista. «En 2016 hay 55 modelos, y en lo que va de año supone el 2,8 por ciento».
Esto no es exactamente una fórmula para el éxito, dijo. «Al final del día, tenemos que tener clientes, así que obviamente si no hay mercado, habrá presión sobre el negocio», dijo.
El segundo fabricante estadounidense de automóviles fue una de las compañías señaladas por Trump en la campaña electoral por enviar la producción a México. El republicano amenazó con aplicar un arancel del 35% sobre los automóviles que Ford fabrica al sur de la frontera y lleva de nuevo a Estados Unidos.
Tras las elecciones del 8 de noviembre, Trump telefoneó al presidente ejecutivo Bill Ford para hablar sobre los planes del fabricante de automóviles de desplazar la fabricación del utilitario deportivo Lincoln MKC a México desde una planta en Louisville, Kentucky, dijo Fields. La conversación ayudó a convencer a Ford de seguir fabricando el modelo Lincoln en Estados Unidos.
Trump influyó en la decisión «porque estaba hablando en términos de sus políticas económicas, ya sea la reforma tributaria o de otra manera», dijo Fields.
Sin incentivos. Ford no recibió incentivos por mantener la producción del Lincoln MKC en Kentucky, aunque el fabricante de automóviles nunca planeó cerrar esa planta de Louisville, que también construye el modelo Escape SUV, cuyas ventas superan a la versión Lincoln en 12 a 1. Ford ya fabrica el modelo sedán del Lincoln MKZ y la gama de autos Fusión en México. Además, está construyendo una nueva fábrica de automóviles pequeños valorada en US$1.600 millones en el estado mexicano de San Luis Potosí, que creará 2.800 empleos allí en 2020.
Ford todavía planea desplazar la producción del modelo compacto Focus y de su híbrido C-Max a México desde una fábrica de Michigan.
Trump también criticó a Carrier, propiedad de United Technologies Corp., después de que la compañía dijera que trasladaría la producción a México, recortando 1.400 puestos de trabajo en Indiana. Trump y Carrier acordaron el jueves que el fabricante de calderas y aires acondicionados obtendrá US$7 millones en incentivos estatales para mantener el trabajo en Indiana. A pesar del acuerdo, unos 1.100 trabajadores de Carrier en el área de Indianápolis perderán sus empleos.
Fields dijo que la situación del fabricante de automóviles es diferente a la de Carrier. Los automóviles pequeños que Ford no producirá en la fábrica de Michigan están siendo reemplazados por otros dos modelos «y no se están desplazando puestos de trabajo», dijo Fields.
Diferente que Carrier. Nuestra posición es muy diferente a la posición de Carrier», dijo Fields, y añadió que no sabía si Trump cumpliría con su promesa de campaña de imponer aranceles a los automóviles que Ford fabrica en México, pero dijo que dudaba que se aplicara a una sola compañía.
“Se impondría a la industria entera, no sólo a una única empresa”, dijo Fields. «Si miramos las cadenas de producción y de suministro y cómo se integran entre los tres países» –México, Canadá y Estados Unidos– «imponer un arancel sobre eso tendría un impacto negativo en todas las economías».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas