El Ford F-150 Raptor es una camioneta monstruosa. Algo que de serie está fuera de toda duda, hay preparadores que han realizado sus personales retoques para hacerla aún más brutal. Pero nunca habíamos visto algo parecido a lo que Galpin Auto Sports ha hecho por encargo: un Ford F-150 Raptor que por su aspecto exterior parece creado para una prueba de la carrera Dakar pero que en su interior esconde un entorno al estilo Rolls-Royce. Una combinación realmente extraña pero totalmente real y que une lo mejor de dos mundos.
Sin duda el aspecto exterior es amenazante. Cuenta con aplicaciones de carrocería que no solo ensancha su cuerpo en más de 30 cm, sino que deja una mayor altura libre al suelo gracias a unos paragolpes particulares en los que hay incluida una barra de luces Led. Además de unos nuevos aros en color negro con el exterior en rojo que acompañan muy bien al resto de la carrocería también en color oscuro.

Mientras tanto el interior es prácticamente nuevo, incluido un tablero muy tecnológico. El preparador ha dado especialmente énfasis a los pequeños detalles que ayudan a cambiar la sensación de un interior, e incluso se tuvieron que fabricar nuevas piezas para asegurar la calidad y seguridad del conjunto: se cambió el color de algunas piezas a cromo puro para acompañar la tapicería en piel de color blanco y negro, se añadieron asientos con masajes, e incluso se añadió el Starlight Headliner al estilo Rolls-Royce, ese techo iluminado por pequeños puntos como si fueran estrellas.

Aunque para eso se presentó un pequeño problema: al ser un Raptor con techo solar panorámico se tuvo que cortar todo el techo y fabricar un nuevo techo. Después de añadir 1,200 luces Led en el techo para crear ese cielo estrellado propio de los Rolls.

Con esa ambiciosa preparación, Ford ha querido resaltar algo que de por sí era bestial, en algo monstruoso.