Fordham University, N.Y.: 40 años de graduación

Fordham University, N.Y.: 40 años de graduación

LUIS EMILIO MONTALVO ARZENO
Justo en este mes de junio se cumplen 40 años de nuestra primera graduación universitaria como Licenciado en Humanidades y Filosofía (B.A.).

En esa misma graduación se encontraban otros dos entrañables amigos que están en el país actualmente: el Padre Jesuita Manuel Maza y Tony Cuello (hijo del famoso profesor Antonio Cuello, fundador de la Editorial y Librería Duarte).

Recuerdo que para aquella ocasión el orador invitado para la ceremonia en el viejo campus del Bronx en Fordham Road fue el senador Robert Kennedy (Bobby). En los meses previos a la ceremonia se hizo una encuesta entre los graduandos para decidir quién entre los famosos en ese entonces, el grupo deseaba que tuviese el discurso central.

Bobby ganó por mayoría aplastante. Nos dejó a todos electrizados con un discurso plasmado de ideales que encontraron terreno fértil en muchos de los que recibimos ese título universitario. Bobby acababa de regresar de un recorrido por Africa y poco tiempo después de esa fecha (junio 1967) encontró la muerte trágicamente al igual que su hermano John, apenas cuatro años antes.

Luego del acto formal, Bobby pasó por cada uno de nosotros para estrecharnos la mano y recuerdo que hacía comentarios particulares según iba recorriendo a través del grupo. Al estrechar mi mano hizo el siguiente comentario: «A partir de este día es que viene lo difícil y el trabajo duro….a ustedes les esperan tiempos difíciles».

Nunca olvidaré aquella vigorosa voz juvenil del más brillante de los Kennedy, según la apreciación que he tenido toda la vida.

A partir de ahí regresé a mi país temporalmente y volví a enrolarme en más entudios de grado y post grado, tanto en universidades dominicanas como extranjeras: Psicología, Educación, Medicina, Post-grado en Psiquiatría, etc. Luego por mi servicio al país en todos estos años pienso que aquel discurso, rico en mística, no cayó en terreno estéril sino que dio fruto abundante.

Aquellos años juveniles en New York han quedado muy atrás, pero si Gardel dijo que 20 años no es nada, parece que 40 da lo mismo.

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