WASHINGTON (AP) Bolivia expuso ayer su situación política ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y encontró un unánime apoyo regional al fortalecimiento de la democracia y estabilidad del gobierno del presidente Evo Morales.
Realmente estoy muy satisfecha por esa adhesión, por esa solidaridad, dijo la ministra de la Producción Celinda Sosa.
Ese deseo de avanzar de Bolivia es también el deseo de otros pueblos latinoamericanos.
Sosa dividió la exposición de detalles de la crisis boliviana con el viceministro de la Presidencia Héctor Arce en una sesión ordinaria del Consejo Permanente, conformada por los embajadores de la organización. No hubo, sin embargo, una resolución del panel.
Sacha Llorente, otro viceministro de la Presidencia que integró la delegación de Morales, dijo que ese tipo de manifestación no estuvo en nuestra agenda desde el primer momento.
Bolivia destacó la propuesta de Morales de someter su cargo a la voluntad popular en un referéndum, junto con la de seis prefectos de oposición, como la forma más democrática de buscar una solución al conflicto que ha generado violencia en Sucre con su secuela de muertos y heridos.
En Bolivia hay nueve prefecturas cuyos líderes son elegidos por voto popular. Seis de ellos son de la oposición que, a su vez, comisionó a cuatro para venir a Washington en gestión coincidente con los emisarios de Morales. Sosa dijo que en la persistencia de las acciones desestabilizadoras de la oposición se percibía un racismo de la oposición al verse políticamente desplazada por un presidente de origen indígena.