A inicio de temporada, antes de la primera carrera del campeonato de Fórmula 1, la mayoría de los pilotos aseguraban no extrañar al mítico Michael Schumacher.

Y la evolución del primer GP de 2007, el GP de Australia, parece haberles dado razón, ya que la afición difícilmente derramará más lágrimas ante el espectáculo demostrado por la nueva generación de pilotos que se evidenció en Melbourne.

Kimi Raikkonen, Fernando Alonso y Lewis Hamilton coparon en Melbourne el podio más joven de la historia de la Fórmula 1, así que no dudo al titular este articulo como: «Bienvenidos al futuro».

Raikkonen, con 26 años, Alonso, con 25 y Hamilton, con 22, profetizan una nueva y larga era sin Michael Schumacher, que se retiró a final de 2006 a los 37 años y con siete títulos en el bolsillo.

Lo positivo y lo negativo

En este primer GP ha habido cosas buenas: el dominio de Raikkonen en su primera carrera  con la escudería del «cavallino», y cosas menos positivas o agridulces: como el segundo puesto en el podium del bi-campeón Fernando Alonso. Para Alonso el evento ha sido agrio, porque Ferrari y Kimi Raikkonen han demostrado no tener fallas y parecen haber ganado sin necesidad de utilizar todo el potencial del auto… o si quieren de forma dulce sin meter séptima, porque subir al podio en la carrera inaugural es buena señal, y si también sube el compañero de equipo es signo de que el auto es muy competitivo y fiable.

Kimi y Fernando hicieron las dos vueltas más rápidas en carrera. Lo que pasa es que mientras el piloto Ferrari hizo 1:25.2, Alonso no paso de 1:26.3… y un segundo es un mundo en una pista como ésta.

Otro detalle de no pasar por alto es que en Melbourne, por primera vez en los últimos cuatro años, hemos visto a Fernando Alonso perder posiciones en la arrancada. El campeón asturiano nos tenía tan acostumbrados a salidas «misilísticas» que lo surgido en Melbourne nos sorprendió en negativo. En su primera carrera con McLaren no solo no ganó posiciones, sino que perdió dos, a manos de Heidfeld (BMW) y de su compañero Hamilton.

A partir de ahí la prueba no tuvo historia para Raikkonen, el «hombre de hielo» administró su material con sabiduría. Una victoria que se podría definir de fácil para el piloto de Ferrari. Por el contrario la carrera de Alonso no ha sido ni convincente ni fácil. Relegado en la arrancada a la cuarta plaza, tras el Ferrari de Kimi, el BMW de Heidfeld y el McLaren de Hamilton, Alonso parecía no tener las herramientas que les permitiera intentar luchar con el McLaren de Hamilton y aún menos con el BMW de Heidfeld.

Más guerra dio su compañero Hamilton al BMW, al que hay que calificar de sobresaliente en su debut. Hamilton se vio por delante de Alonso por más de la mitad de la carrera, perdiendo el segundo lugar a favor del español en una dudosa tercera parada de pozos. Hasta entonces Hamilton había demostrado que tenía con que pelear con cualquiera.

La duda sobre el podium final reside en una circunstancia: saber qué habría pasado si el segundo de los Ferrari hubiera estado también delante. Y es que Felipe Massa, rompiendo la caja de cambios en la calificación, y cambiando el motor posteriormente, se vio relegado en última posición de la parrilla de salida. A pesar de ello firmó una meritoria sexta plaza, con una sola parada, y arropando en las últimas vueltas al gris, triste y soso Giancarlo Fisichella, que no pasó del quinto puesto. En cualquier caso, en dos semanas estaremos en Malasia, en el horno de Sepang, y allí la historia puede cambiar, aunque pienso que no va a diferir mucho de lo visto en Australia. Es decir: Increíble Ferrari, bien McLaren, remarcable BMW, Discreto Renault, y detrás, el resto, con las peores noticias del mundo para Toro Rosso, que pese a que sus autos utilizan chasis derivados de los Red Bull de 2006, las prestaciones velocísticas son lejos de ser minimamente competitivas.

De este primer GP, mención merece la cuarta plaza de Heidfeld, la mala suerte de su compañero Kubica, al que la caja de cambios le fallo y se quedó en quinta cuando iba cuarto y recuperando sobre el tercero, la mala actuación de Kovalainen, décimo, después de rivalizar con Albers, Spyker, en despistes, la septima plaza de Rosberg, la octava de Ralf Schumacher y el buen papel de los Super Aguri, con ‘kamikaze’ Takuma Sato en duodécima posición.

Como sea, después de lo visto en este primer evento, no dudo en pronosticar que la Fórmula 1 se dirige hacia un buen futuro, que profetiza una nueva era en la que destaca la pelea entre los Ferrari, McLaren-Mercedes, BMW y, parece, sin los Renault.