Con la incógnita de la indagación por espionaje que involucra al equipo Mclaren hacia Ferrari, investigación que podría convertirse en el mayor escándalo, develado, de la historia de la F1, la caravana del Gran Circo ha detenido su peregrinar en las verdes tierras de las montañas de Eifel (Alemania).

Geográficamente hablando en la rica región de Renania, una tierra tan rica y productiva que en siglos pasados se efectuaron guerra para su posesión. En este lugar ahora, con objetivos bien distintos, va a  producirse otra «batalla».

 Una lucha que enfrentará por una parte a la armada local “McLaren-Mercedes”, contra los sureños bólidos rojos de Ferrari.

Dos victorias consecutivas en los dos últimos Grandes Premios han vuelto a proyectar a los Ferrari en lo más alto del favoritismo de aficionados y apostantes de todo el planeta. Un favoritismo del que se ha visto también beneficiado el que debía haber sido su piloto estrella desde el mismo inicio de temporada: Kimi Raikkönen.

El finlandés es el actor del éxito de Ferrari con dos victorias seguidas (Inglaterra y Francia ), convirtiéndose por ende en el principal candidato al título mundial de este año. A la escuadra del “Cavallino Rampante” se le enfrenta su principal antagonista,  McLaren-Mercedes. Sobre los hombros de esta última pesa la dura carga de lidiar un momento poco feliz a nivel de tranquilidad mediática y corporativa.

 El hecho de tener a su jefe de diseño apartado del equipo y a varios miembros más involucrados también en las investigaciones por el caso de espionaje, no va ayudar a que los técnicos estén en una condición psicológica tranquila.

 La incertidumbre que los propios pilotos de McLaren sentirán por no saber si al final los esfuerzos cumplidos en pistas sean agraviados por una penalización al equipo, pueden hacer que la concentración se vea afectada y con ello el rendimiento.

Otros dos equipos que esperan presentar batalla a los principales candidatos son BMW y Toyota. Ambos asumen el papel de equipos locales en este Gran Premio.

BMW tiene todos los números para poder dar el salto al podio.

 Sus dos pilotos son excepcionalmente rápidos, y Heidfeld nació muy cerca de la pista de Nurbürgring.

El alemán podría tener algo que decir en este circuito en donde, junto a BMW, estuvo hace unos meses rodando con un monoplaza en la versión larga (22 km) del mítico trazado. En esa ocasión el famoso “Infierno verde” volvía a sentir el bramido de un F1 en sus entrañas con Heidfeld al volante.

El equipo Toyota también se encontrará apoyado por un gran número de aficionados y por muchos de los empleados de su fabrica de Colonia.

La cercanía del centro de producción hará que este Gran Premio sea el lugar adecuado poder llevar un gran número de empleados y ver el esfuerzo y la inversión de la arca japonesa en la F1. Ralf Schumacher es un especialista de esta pista y parece que la voluntad de demostrar que no está acabado existe.

 Por su parte, Jarno Trulli se resiste a ver como su prestigio se desmorona irremediablemente por la falta de resultados, y de seguro esta será la ocasión para demostrar que sí es competitivo.

Renault tiene que dar lo mejor de sí en este circuito donde el año pasado partieron desde la posición de cuerda y en el que se juegan muchas de las opciones de poder pelear por la tercera plaza del mundial de constructores. La experiencia de Fisichella será una de sus bazas, pero también lo será el hecho de que la pista alemana se adapta bastante a las características del bólido francés. Kovalainen está cada vez más sólido y sus prestaciones se acercan ya a las de su más veterano compañero.

Honda, por su parte, ha abierto el capítulo de fichajes para la próxima temporada y eso demuestra que la voluntad de retornar la lucha por las plazas de podio no han mermado. Los anuncios de la incorporación de nuevos técnicos al organigrama es la prueba. Sus pilotos, Barrichello y Button, se declararon satisfechos del progreso obtenido con el nuevo monoplaza y ahora todo es cuestión de que esas sensaciones se traduzcan en realidad en  Nurbürgring.

Para los demás!, deberán de esperar que alguien de los punteros se dañe o se accidente para poder aspirar a una buena posición final.