Foro denuncia trabajo forzado

Foro denuncia trabajo forzado

PORTO ALEGRE, Brasil (AFP).- El problema del trabajo forzado en el mundo saltó este viernes al centro de las discusiones del quinto Foro Social Mundial (FSM) que delibera en Porto Alegre, al sur de Brasil, uno de los países que más lo padece, pero que también es un modelo de combate a esa llaga social.

Se estima que 27 millones de adultos que trabajan en el mundo en condiciones similares a la esclavitud, y Africa, Asia y América Latina son los continentes más afectados, denunció un colectivo de organizaciones sociales que buscan erradicarlo.

El problema es más agudo entre la población infantil, pues según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 352 millones de menores de hasta 16 años de edad trabajan en el mundo. De ellos, 187 millones tienen entre 5 y 14 años de edad, en tanto 8 millones de menores de edad son explotados sexualmente.

Delegados de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboristas (ALAL), que integra el colectivo, presentaron en Porto Alegre un diagnóstico de la situación en el continente, donde las organizaciones sociales han iniciado el combate al fenómeno.

En casi toda América Latina esa lucha es aún incipiente, pero aún así está más avanzada que en Africa y Asia, «donde ni si quiera disponemos de estimativos de cifras», dijo la cubana Lydia Guevara.

El debate se inició con la exhibición de un corto documental en el que trabajadores forzados de Brasil y Africa presentaron sus testimonios.

«Yo no se cómo la gente puedo comer chocolate, pues ese producto se queda un pedazo de mi carne», dijo un hombre de Costa de Marfil en el documental.

En América Latina, el país donde más «visibilidad» tiene el problema del trabajo forzado es Brasil, pero no porque allí el problema sea más grave que en resto del continente, sino porque es el único cuyo gobierno lo combate con resultados positivos, reconoce el colectivo.

«El modelo brasileño de lucha contra el trabajo forzado es de exportación», dijo Luis Carlos Moro, de la ALAL.

Según Patricia Audi, delegada en Brasil de la OIT, en 2003 Brasil alcanzó la cifra récord de 5.100 personas rescatadas que trabajaban en el sector rural en condiciones similares a la esclavitud.

El ministerio brasileño de Trabajo estima que en el país hay unas 40.000 personas trabajando en esas condiciones.

Sin embargo, reconoce que al igual que en el resto de América Latina, en Brasil la lucha contra el trabajo forzado se da sólo hasta ahora en el sector rural, sin que se enfrente el problema en las ciudades.

«Conocemos muy poco del trabajo forzado en el sector industrial, pero, por ejemplo, en Brasil tenemos informaciones de que en empresas textiles de la ciudad de Sao Paulo hay bolivianos en esa condición», indicó.

En México se ha detectado el problema tanto en el sector rural como el las ciudades, especialmente las del sur del país, como Chiapas o Puebla, indicó por su parte Ignacio Contreras, delegado mexicano de ALAL.

Contreras denunció que el presidente Vicente Fox «no le interesa combatir este problema», y según afirmó, el Plan Puebla-Panamá de libre comercio, que se extenderá a toda Centroamérica, agravará la contratación de mano de obra barata y sin protección social.

En Bolivia, el problema se manifiesta bajo un modelo agrícola de «producción feudal», donde el terrateniente le cede un pequeño pedazo de tierra al campesino para que la cultive para su subsistencia, pero a cambio debe trabajar sin salario toda la jornada en sus tierras, denunció el vicepresidente de ALAL, el boliviano Iván Campero.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas