Brasil.– La misión agrícola suramericana en el mercado global, con su papel de alimentar al resto del mundo, comenzó a ser discutida hoy en el Cuarto Foro de Agricultura de América del Sur, que fue inaugurado en la ciudad brasileña de Curitiba.
Con el tema “Nueva estrategia para una nueva agricultura”, autoridades y expertos de trece países suramericanos abordarán hoy y mañana en la capital del sureño estado de Paraná diversos temas sobre economía, logística, tecnología, mercado y los desafíos del campo en la región.
“Hablar de agroindustria es hablar de economía, de desarrollo económico y social. Y cuando hablamos de América del Sur, hablamos de un bloque que en la última década se transformó en el mayor productor y exportador de granos, carnes e cereales”, afirmó Giovani Ferreira, coordinador general, durante la apertura del foro.
Realizado en el estado de Paraná, fronterizo con Argentina y Paraguay y tercer mayor exportador agrícola de Brasil, el encuentro cuenta con la participación de 300 especialistas y representantes de Gobiernos.
Según Ferreira, que también es gerente del Núcleo de Agroindustria del diario Gazeta do Povo, uno de los mayores grupos de comunicación del estado, el foro busca debatir soluciones integradas para mantener el liderazgo de esta parte del continente en la producción y exportación agrícola.
Entre los invitados del foro están Odilson Ribeiro, secretario brasileño de Relaciones Internacionales de la Agroindustria; Mario León, viceministro de Agricultura de Paraguay, y Guillermo Daniel Rossi, economista argentino especializado en granos y biocombustibles.
“Es necesario revisar el papel de la agricultura en las agendas nacionales. La agroindustria suramericana tiene que tener conciencia de su importancia para el planeta. La demanda nutricional está aumentando- en diez años, el mundo incorporará 700 millones de consumidores”, comentó Rossi. Esta “es una oportunidad única para todos nosotros, pero necesitamos políticas certeras para eso”, afirmó.
De acuerdo con Rossi, Argentina, Brasil y otros países de la región tendrán grandes crecimientos de su superficie agrícola y eso también exigirá mayor acceso a inversiones y financiación.