Sergia Galván, del Foro Feminista, afirmó ayer que la jerarquía eclesial católica se sigue colocando al margen y de espalda a su feligresía, tras expresar que la reciente encuesta nacional sobre aborto realizada por Untold Research, arrojó que el 79% de la población católica del país está de acuerdo con la despenalización del aborto cuando la vida o la salud de la mujer corre peligro, el 76% cuando el embarazo es inviable y el 66% en caso de violación e incesto.
“Obligar a una mujer a llevar a término un embarazo en las circunstancias descritas es un acto cruel, inhumano y degradante, es reducir las mujeres a simple incubadoras. Si Dios otorgó a las mujeres la responsabilidad de dar y salvaguardar la vida, es porque confía en su capacidad para decidir en conciencia”, precisó Galván.
Según la dirigente feminista, los legisladores tienen el imperativo ético y el mandato constitucional de tomar decisiones apegadas a la garantía de los derechos humanos, la dignidad y la integridad de la persona humana, al margen de sus creencias religiosas.

Mata mujeres. La penalización absoluta del aborto no salva fetos, ni embriones, pero sí mata mujeres, sobre todo las más pobres, las campesinas, las trabajadoras que no tienen las condiciones para garantizar su vida y su salud frente a embarazo que las pone en riesgo, agregó.

Con la penalización del aborto, la representante del foro feminista dijo, lo que las jerarquías eclesiales favorecen es la práctica clandestina y riesgosa de la interrupción del embarazo.

Indiferencia. A su entender, lo que están defendiendo no es la vida, eso “es lo que menos les importa; por eso permanecen indiferentes frente al crimen de pederastia.
Por eso no les importa que el país ocupe los primeros lugares en muerte neonatal, en embarazo en adolescentes y matrimonio infantil forzado”.

Exhortación a legisladores. Galván hizo un llamado a los congresistas a no dejarse chantajear y despenalizar el aborto en las tres causales, a fin de garantizar la vida de las féminas .