Granada (España) (EFE).- Los gobernantes deben superar “la brecha que existe entre las palabras y los hechos” para lograr que las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la iniciativa de la alianza de civilizaciones puedan ser una realidad.

Esta fue la principal conclusión del seminario “Mediterráneo: encuentro y alianza de civilizaciones”, organizado en la ciudad española de Granada por el World Political Forum, en el que participaron antier y ayer políticos, sociólogos y filósofos procedentes de Europa y los países árabes.

El foro fue clausurado por el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov y el antiguo director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) Federico Mayor Zaragoza, que destacaron “la profundidad del debate, inspirados por el símbolo de pluralismo cultural que representa Granada”.

Gorbachov puso especial énfasis en la necesidad de “pasar a la acción” y seguir impulsando este foro “para que tenga alguna importancia en el mundo (…) y logre ir por delante de los políticos, aunque estos se incomoden con algunas propuestas nuevas”.

El padre de la “perestroika” reconoció en conferencia de prensa que “nuestro llamamiento es muy modesto” y afirmó que tiene como principal objetivo “ayudar a los políticos y armarles con el conocimiento necesario para que tomen las decisiones adecuadas”. Gorbachov defendió que “se tome en cuenta la opinión de los pueblos y que no haya miedo a contradecirnos los unos a los otros” para afrontar y resolver problemas actuales y concretos, entre los que destacó la situación en Irak y el conflicto árabe-israelí.

Tras dos días de seminario, los asistentes aprobaron un documento titulado “Mensaje desde La Alhambra”, que, según Mayor Zaragoza, no es una declaración formal, sino el compendio de las reflexiones de los participante en favor de un mayor entendimiento internacional.

El texto expresa que para alcanzar los objetivos de desarrollo y entendimiento que “apoya la comunidad mundial unánimemente” hay que “superar la brecha entre las palabras y los hechos, la inercia del pensamiento político y la parálisis de la voluntad política”.

“Necesitamos un nuevo pensamiento que responda a los desafíos de un mundo que cambia a un ritmo acelerado”, señala el documento, en el que se hace un llamamiento “a la movilización de todos aquellos -la gran mayoría- que quieren paz, justicia y seguridad”.

Mayor Zaragoza argumentó ante la prensa que este tipo de foros debe servir fundamentalmente para que “de una vez pensemos que la democracia somos nosotros, los ciudadanos. Hasta ahora no se nos ha escuchado mucho, pero ya se nos ha empezado a oír”.

En este sentido, el World Political Forum considera esencial “la necesidad de esfuerzos activos de las organizaciones de la sociedad civil y de las instituciones para implicar a millones de personas en (…) un mejor entendimiento de culturas, credos y civilizaciones”

Los participantes instaron también a introducir, en las orillas norte y sur de la región mediterránea, “cambios urgentes en las actuales posiciones” para lograr los objetivos del acuerdo de Asociación Euromediterránea de Barcelona, suscrito en 1995.

La Unión Europea (UE) debe “ajustar sus políticas comerciales, invirtiendo en construcción y desarrollo y adoptando un enfoque integral sobre los flujos de migración, salvaguardando las identidades culturales de los distintos pueblos” de la región.

Los países de la ribera sur del Mediterráneo, por su parte, deben “abrir progresivamente su gobernabilidad promoviendo los valores democráticos y los derechos humanos, con libertad de expresión y participación ciudadana”.

En conclusión, el World Political Forum subraya que “un auténtico espacio compartido de paz y prosperidad resultará de nuevas políticas y estrategias que superen los patrones de confrontación”.

“Más allá de las disparidades económicas y las brechas tecnológicas, los problemas reales son de naturaleza cultural y política y, por lo tanto, hacen falta soluciones culturales y políticas”, se señala en el documento.

Por último, se apoya la propuesta de una Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo porque puede “promover, siguiendo el modelo de la Declaración de Helsinki, que se involucre (…) a Estados Unidos, a otros países implicados y a las organizaciones internacionales, en particular a Naciones Unidas”. EFE