Ecuador acaba de acoger la “XV Cumbre Empresarial China-LAC”, inaugurada por el presidente Guillermo Lasso lo que, de por sí, al tratarse de un presidente buen amigo de EEUU, es expresión de como China promueve sus vínculos regionales sin prejuicios políticos y con un gran sentido de apertura con una visión de ganar-ganar.
Bajo el eje temático del foro definido como «Aprovechar las oportunidades de revitalización postpandemia para construir un mundo más interconectado» se dieron cita unos 300 empresarios y altos funcionarios gubernamentales convocados por un escenario que reconocen como un espacio que permite promover un intenso intercambio comercial y de inversiones en el que empresas latinoamericanas y caribeñas pueden aprovechar para incentivar y profundizar negocios. China, convertida en el principal socio comercial de la mayoría de las naciones del área, registró un intercambio comercial de US$450 mil millones con la región en 2021 en tanto durante los primeros 9 meses de 2022 el crecimiento fue de 12,5%, preludio de que en 2022 se rebasarán los US$500 mil millones de flujo comercial.
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El viceministro de Comercio ecuatoriano señaló que China “es el mercado del futuro, sin duda. Son 1.400 millones de habitantes, de los cuales 700 millones son de alto poder adquisitivo y demandan cada vez más productos alimenticios del mundo. Esa es una oportunidad hacia el futuro» y ofreció a Ecuador como eje motivador regional.
No resultó un encuentro retórico, como nunca lo es hablar de potencialidades de negocios y oportunidades con China. En la declaración final se recogen acuerdos relevantes: impulsar la interconectividad e innovación acelerando el desarrollo de la economía digital, vista como instrumento para catapultar un desarrollo conjunto; profundizar la colaboración en infraestructuras, comercio, inversión, finanzas, innovación científica-tecnológica intensificando esfuerzos en Investigación y Desarrollo y compartiendo logros; promover la transición verde con un estilo de producción y vida efectivamente verde y fortalecer los intercambios en el campo de energía limpia. Además, coincidieron en reforzar la cooperación igualmente en Inteligencia Artificial y ciudades inteligentes. No faltaron elogios y compromisos de profundizar el programa de la Franja y la Ruta en la que se han inscrito 21 naciones del área, visualizado como un camino para profundizar las relaciones bilaterales y la capacidad de desarrollo.
Indudablemente, en la región crece la comprensión del potencial de desarrollo que ofrece China sin reclamar exclusividad sino marchar todos juntos a un futuro de bienestar compartido.