Los miembros del Foro Participativo por la Constituyente difieren sobre la pertinencia de aplazar la modificación de la Carta Magna para que la discusión se concentre en buscarle solución a los problemas vinculados con la crisis financiera internacional.

Cristóbal Rodríguez, de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), dijo que el momento no es oportuno para cambiar la Constitución, pero si el proceso se inició no se le debe dar la espalda.

Francisco Checo, de Participación Ciudadana, expresó que antes de la toma de posesión del presidente Leonel Fernández, el pasado 16 de agosto, la entidad le envió una carta pidiéndole que aplazara el citado proyecto porque no era necesaria tanta prisa, aunque destacó que favorece los cambios constitucionales.

Luis Scheker, de la comisión de juristas de la Academia de Ciencias, consideró que es importante tener claras dos situaciones sobre ese aspecto.

Primero el propósito político que pueda inducir a una distracción del pueblo en el proyecto, para separarlo de los problemas urgentes.

Lo otro es que se tome como excusa el caos local para no plantearse la reforma a través de la Constituyente.

A su juicio, eso es lo que no se debe posponer, que los cambios se hagan con representación popular.