Después de 90 días los “inteligentes” no encontraron pruebas del escape del coronavirus del laboratorio de Wuhan. En estricto rigor concluyeron que no hubo tal escape. ¿Qué podían decir? ¿Quitarle argumentos al Presidente para su obsesión anti China? O decir que sí hubo escape, contradiciendo a la ciencia, y seguir haciendo el ridículo después de Irak, Afganistán. Mantienen la duda para seguir manipulando el síndrome anti chino.
No han querido enterarse de las “preocupaciones” planteadas por China sobre otros posibles brotes originarios del coronavirus. (Expongo datos de fuentes occidentales, no chinas, accesibles en Internet). En Washington se hacen de oídos sordos y la directiva de la OMS, además, se hacen los locos. En reciente artículo un relevante medio internacional habló de Fort Detrick pero solo para decir que al interior de China la población ha creído lo que dice Beijing pero fuera hay muchas “fake news”. Pero ni mencionan cuál es el planteamiento de China.
En esencia China reclama investigar ciertos brotes “sospechosos” de enfermedad pulmonar con síntomas parecidos al covid-19 en las cercanías de Fort Detrick y del USAMRIID – Instituto de Investigación Médica del Ejército de los Estados Unidos de Enfermedades Infecciosas, importantísima instalación del ejército para guerra biológica.
A mediados de 2019 se registraron casos de enfermedad pulmonar que oficialmente los CDC estadounidenses describieron como causados por “cigarrillos electrónicos” pero, reclamando mucha transparencia a otros, se niegan a que se investigue internacionalmente y la dirección de la OMS, temerosa de volver a ser acusada de “China céntrica”, no presta atención. Medios norteamericanos registraron varios miles de casos sospechosos de covid-19 de julio a diciembre 2019.
Diversas referencias estadounidenses corroboran esos datos ¿Por qué no investigar? Si la preocupación de la OMS es honesta y quiere detectar cualquier brote del coronavirus debiera mostrar imparcialidad y requerir de Washington ser “abierto y transparente”.
¿Acaso es nuevo el uso bacteriológico de EEUU como arma? En 2019, un libro estremeció al país –“Bitten” (mordida), con denuncias sobre uso de garrapatas para transmitir la enfermedad de Lyme-. El legislador republicano Christofer Smith sometió al Congreso en 2019, y se aprobó, pedir al Pentágono una investigación que esclareciera el hecho. Para Smith: “Los estadounidenses tienen derecho a saber si algo de esto es cierto».
Mantienen la duda para seguir manipulando el síndrome anti chino
China reclama investigar brotes “sospechosos”cerca de Fort Detrick
Medios de EUA registraron miles casos sospechosos de covid en 2019