Fortalecer las políticas sociales

Fortalecer las políticas sociales

La crisis financiera ha comenzado a erosionar las economías del mundo. La caída de la demanda de bienes y servicios provoca despidos y merma los ingresos y las disponibilidades de los países para hacerle frente a sus necesidades. Hay, por esa causa, un efecto social devastador que se percibe en la situación de las familias. Los países grandes han emprendido el rescate de entidades financieras y empresas. En Estados Unidos, por ejemplo, las principales industrias automotrices están pidiendo auxilio financiero. Sus ventas han caído a un tercio de lo que fueron a principios de este año y eso huele a recorte de personal.

Aquí no estamos libres de efectos similares. La minera Falconbridge, para citar un caso, ha despedido cientos de trabajadores. Las zonas francas podrían hacer otro tanto dentro de poco y se teme que la industria turística se vea precisada a imitar este comportamiento. La recesión no parece permitir otras alternativas. Frente a eso, es necesario que el Gobierno tome previsiones para que en el presupuesto del 2009 se destinen  recursos  al fortalecimiento de la inversión social y para tratar de contrarrestar la pérdida de empleos. No podemos evitar que la recesión global impacte fuertemente la economía, mermando los ingresos. A lo sumo podemos recurrir al ahorro, a la reducción de gastos, pero teniendo el cuidado de fortalecer en todo lo que se pueda las políticas sociales.

Actualización cautelosa

El país ha hecho muchas actualizaciones y cambios en su estructura jurídica. Aparte de causas internas, han influido en estos cambios la globalización comercial y los tratados de libre comercio. Parecería que el Derecho tiende a universalizarse, sin dar tiempo para que países como el nuestro asimilen positivamente estos cambios. Para los propios abogados estos cambios han provocado serias dificultades.

La Academia Dominicana del Derecho, que observa estas transformaciones, sostiene que a nuestro Derecho se le han hecho injertos de origen foráneo que ponen el riesgo el ejercicio en esta materia. Creemos que sería útil valorar las advertencias de esta organización compuesta por quienes trabajan diariamente en asuntos legales. Las adecuaciones jurídicas que hagamos,  aún cuando tengan el objetivo de armonizar relaciones especiales con otros estados, no pueden desnaturalizar la  esencia nacional del Derecho autóctono. Eso es peligroso.

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