Esta administración impulsó dos importantes reformas estructurales, la Reforma de la Administración Fiscal (ver nuestro artículo “Aplicación Reforma de la Administración Fiscal”, Hoy, 01/07/2012) y la Reforma Financiera, que ha permitido a este sector aumentar sus activos 2.48 veces desde diciembre de 2004 a junio de 2012 (un crecimiento promedio anual de 19.7%), su patrimonio neto en 2.38 veces (una tasa promedio anual de 18.5%) y cumplir en la actualidad con normas de calidad mundial.

La crisis financiera de 2003 reveló los fallos en la calidad de la supervisión y la ausencia de los reglamentos contemplados en la Ley Monetaria y Financiera (183-02); por ello, desde el fallido programa del FMI con el gobierno anterior, se estableció como uno de los puntos principales una extensa reforma del sector y esa administración logró la aprobación de seis reglamentos; pero es a partir de las presentes autoridades cuando se asume con una decidida voluntad concluir todos los reglamentos contemplados en la Ley Monetaria y Financiera y tomar las medidas para garantizar que todas las entidades  se recapitalizaran, establecieran planes de negocios y, eliminando la gradualidad, cumplieran con toda la normativa.

Desde la modificación del importante Reglamento de Evaluación de Activos, en diciembre de 2004, la Junta Monetaria ha aprobado y/o modificado más de catorce reglamentos, destacándose los de Sistema de Pagos, Gobierno Corporativo, Concentración de Riesgos, Riesgos de Mercado y de Liquidez, Riesgo Operacional, Estados Financieros Consolidados, Supervisión en Base Consolidada, Protección al Usuario, Cuentas Inactivas y se encuentran en fase de discusión el Reglamento de Microcrédito, el de “Leasing y Factoring” y más recientemente el de Tarjetas de Crédito.

A siete años y medio del inicio de esta reforma todos  estos reglamentos deben evaluarse y determinar la pertinencia de su modificación y cabe destacarse los casos del Reglamento de Evaluación de Activos y la Norma de adecuación Patrimonial, partiendo de la Estrategia Nacional de Desarrollo (Línea de Acción 3.1.3.4) y del Plan de Gobierno 2012-2016, que contempla rediseñarlos para facilitar el crédito a los sectores productivos y las mipymes, por supuesto manteniendo normas de calidad mundial.

Para seguir avanzando en la consolidación de la Reforma Financiera es necesario la modificación a la Ley Monetaria y Financiera, con el objetivo de fortalecer la autonomía de la Administración Monetaria y Financiera (como establece la END), entre otros aspectos, y también promulgar una Ley de Grupos (en BC se trabaja en la actualidad en el ante-proyecto de ley) dirigido a crear el marco legal para la supervisión consolidada de los Grupos, tanto de las empresas de índole financiera como las de otra naturaleza.

En cuanto a la supervisión, muchos han sido los avances en estos ocho años, pero aún resta por implementar el modelo de supervisión basado en riesgos,  la supervisión consolidada nacional y transfronteriza (de ahí la importancia de la Ley de Grupos Financieros) el cumplimiento de los puntos pendientes en los “25 Principios Básicos de Basilea”, avanzar en la implementación de Basilea III y el nuevo marco macro prudencial que constituye uno de los principales temas de debate en las reuniones del FMI y otros organismos multilaterales.

Gracias a la reforma implementada en esta administración, nuestro sistema financiero cuenta con un adecuado patrimonio, baja morosidad de los préstamos, provisiones por encima de lo requerido, alta liquidez, elevada solvencia; sin embargo para garantizar la sostenibilidad de esa fortaleza y seguir contando con un sector capaz de seguir captando y facilitando recursos a todos los sectores, en una economía global con alta volatilidad, es necesario seguir avanzando hacia mejores estadios en la calidad de la supervisión y en la normativa.