La Junta Central Electoral se aboca en el 2020 a organizar los comicios más difíciles y complicados de toda su historia y en tal sentido necesita el apoyo y la comprensión de todos los sectores involucrados en ese proceso, fundamentalmente de los partidos políticos.
Solo una Junta fuerte, confiable y transparente, estaría en capacidad de asumir exitosamente este enorme reto y por ello hacen un flaco servicio a la democracia los que tratan de debilitar ese organismo, colocándolo entre la espada y la pared.
Gran parte de la opinión pública nacional, incluyendo los más influyentes medios de comunicación, los empresarios, la sociedad civil, las iglesias, y la mayoría de los partidos, consideraron saludable y conveniente la resolución de la JCE que prohíbe la campaña prematura y hasta los que se opusieron tuvieron de acuerdo con el fondo de la medida.
La actual Junta está compuesta por magistrados serios y honorables, encabezados por el Dr. Julio César Castaños Guzmán, cuya vasta experiencia en materia electoral nadie pone en duda, así como también la equidad, prudencia y respeto institucional que siempre han caracterizado sus actos.
Si todos nos unimos, podemos salir airosos de este compromiso, en aras de que la nación, a través de sus instituciones democráticas, propicie bajo la rectoría de la JCE unos comicios libres, limpios y transparentes.
En tal sentido, fortalezcamos la JCE para que cumpla cabalmente su papel y así ganará la democracia y el propio país.