SAN JUAN.  AP. El gobernador Luis Fortuño puso en marcha ayer el plan con el que espera recuperar la salud fiscal del gobierno y salvar la economía del país, aun cuando incluye una reducción de la nómina que podría dejar en la calle a más de 30,000 empleados públicos a partir del primero de julio. 

“Estas medidas nos van a garantizar nuestro futuro… nos van a garantizar que Puerto Rico no caiga al precipicio hacia el cual íbamos directamente”, afirmó. Indicó que las nuevas leyes podrían generar ahorros de 2.000 millones de dólares e ingresos de entre 800 a 900 millones de dólares anuales en el año fiscal que comienza en julio.

El Departamento de Hacienda reporta alrededor de 3,800 millones de dólares en deuda por cobrar, lo que supera por cerca de 600,000 dólares el actual déficit presupuestario.