LIMA (AFP).- Jaime Rázuri, fotógrafo de la AFP que estuvo secuestrado seis días en Gaza la semana pasada, regresó a Lima, donde su cautiverio movilizó de una manera extraordinaria a la opinión pública.

Obligado a medidas extremas de seguridad para evitar a sus propios colegas de la prensa, Rázuri dio este miércoles una conferencia de prensa en la cancillería limeña con la que quiso cerrar este capítulo y dedicarse a descansar junto a su familia.

Tras agradecer a autoridades nacionales y extranjeras, y a los medios que se solidarizaron con él, el fotógrafo destacó que esta experiencia, que “definitivamente cambió mi vida”, sirvió como factor para unir al periodismo en su proclama de “derecho a la información”.

“Con esta situación penosa en Gaza, he quedado totalmente sorprendido por las muestras de solidaridad que sirvieron como presión para mi liberación”, dijo.

En la conferencia -en la que estuvo acompañado por el vicecanciller Gonzalo Gutiérrez, quien hizo en Gaza las gestiones de su liberación- Rázuri contó algunos detalles de su cautiverio de seis días, como por ejemplo que siempre fue bien tratado, que estuvo retenido en más de un sitio y que tenía un contacto mínimo (por razón del idioma) con una persona que le llevaba la comida.

“Nunca fui agredido, pero siempre escuchaba disparos”, señaló Rázuri, quien contó que las hostilidades en la zona residencial donde se encontraba retrasaron un poco su liberación.

La llegada a Lima el martes fue bastante agitada, al igual que el reencuentro con su familia. Tras un viaje de más de 20 horas para llegar desde Jerusalén, el fotógrafo se encontró con su madre, Delia Rázuri, en un salón privado del aeropuerto ‘Jorge Chávez’.

En las afueras del aeropuerto decenas de reporteros lo esperaban al igual que algunas otras personas con pancartas, que se vieron frustradas pues Jaime y su madre salieron en un automóvil oficial por una puerta lateral.