MEXICO (AFP) – El presidente de México, Vicente Fox, acusó a su homólogo argentino, Néstor Kirchner, de no haber trabajado por el éxito de la Cumbre de las Américas, aunque este martes el canciller mexicano intentó matizar esas declaraciones. «La impresión que nos llevamos varios ahí (en Mar del Plata) es que el pensamiento del conductor, en este caso el presidente (Kirchner), estaba más orientado a cumplir con la opinión pública argentina», dijo Fox a un programa de entrevistas de la cadena CNN en español.

   En esa entrevista, Fox también arremetió contra el venezolano Hugo Chávez al tener una actitud intolerante durante la cumbre.

   La mañana del martes el canciller Luis Ernesto Derbez informó que sostendrá una conversación telefónica durante el día con su homólogo argentino, Rafael Bielsa.

   Durante la cumbre de Mar del Plata, Fox pidió a los países participantes aceptar discutir el reinicio de las negociaciones sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

   El Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) y Venezuela se oponen al proyecto comercial, sacado a flote durante la reunión por Fox, el primer ministro de Canadá, Paul Martin, el presidente de Estados Unidos George W. Bush y de Panamá, Martín Torrijos.

   Kirchner, como anfitrión, tenía la «responsabilidad de hacer una cumbre exitosa, y una cumbre exitosa es aquella que obedece al colectivo, que busca el consenso entre ese colectivo y busca resoluciones y definiciones oportunas y prácticas, en este caso para América», dijo Fox el lunes.

   Fox incluso dejó entrever que Kirchner influenció las protestas contra la cumbre.

   «Fue una cumbre muy pública. Con esa cumbre alternativa, con un Premio Nobel, con un futbolista y con una buena cantidad de argentinos en la calle, tomando una posición, y eso creo que tuvo una influencia fuerte sobre él, sobre el presidente Kirchner, o Kirchner tuvo una influencia fuerte sobre ellos», dijo Fox.

   El mandatario mexicano arremetió también contra el presidente venezolano Hugo Chávez, cuya actitud en la cumbre tuvo «falta de tolerancia y de voluntad para llegar al acuerdo».

   «Ese es precisamente el problema de ir a calentarse con la gente, de ir ahí, en la euforia y en la parafernalia, teniendo 40.000 almas enfrente, a hablar cosas que ni fueron serias ni aseguraron un debate real a fondo en la reunión», dijo el presidente mexicano a CNN.