MADRID (AFP).- El presidente mexicano, Vicente Fox, afirmó ayer, martes, en Madrid que la inmigración debe ser vista como una “oportunidad” y que “no se trata de construir muros”, al participar en la inauguración de un foro sobre inmigración, con el que inició su sexta visita oficial a España.

“No se trata de cerrar fronteras, no se trata de construir muros, no se trata de perseguir como si se tratara de delincuentes a quienes tienen dignidad; son personas, tienen familia, se ven obligados a dejar su casa”, sostuvo Fox acompañado por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el titular de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Enrique Iglesias.

“La migración debe dejar de ser vista como un mero asunto de seguridad, debemos dejar atrás el miedo y reconocer a la migración como un factor de desarrollo”, afirmó el mandatario mexicano al abrir el Encuentro sobre Migración y Desarrollo organizado por la SEGIB.

“¿Cuántos Einstein, cuántas Teresa de Calcuta, cuántos médicos, maestros, campesinos, empresarios, intelectuales nos estamos negando cuando levantamos muros de incomprensión, cuántas valiosísimas ideas y aportaciones dejamos fuera de nuestros países cuando por miedos sin sentido cerramos nuestras fronteras?”, se preguntó Fox, que subrayó que “las migraciones han favorecido siempre el encuentro de culturas humanas”.Fox instó a abordar el fenómeno migratorio de una manera multilateral porque “trasciende el marco de las relaciones bilaterales”, y llamó a la Comunidad Iberoamericana a liderar el movimiento en favor de una visión positiva de las migraciones.

“Hago votos porque Iberoamérica se ubique a la cabeza de un movimiento mundial que logre que la emigración deje de ser un lastre y sea reconocida como una oportunidad para el desarrollo de la humanidad en su conjunto”, dijo Fox sobre el seminario, cuyas conclusiones serán presentadas a los jefes de Estado y de Gobierno que asistirán en noviembre en Montevideo a la XVI Cumbre Iberoamericana.

Fox, que llegó el lunes a Madrid procedente de Rusia, donde asistió a la cumbre del G8, inició el martes su sexta visita a España desde su llegada al poder en diciembre de 2000 y probablemente la última, pues a fin de año concluirá su mandato.

Tras la inauguración del foro sobre inmigración, viajó a Santander (Cantabria, norte), donde recibió la Medalla de Oro de la región de Cantabria que le impuso su presidente, Miguel Angel Revilla.

“La firme amistad entre mexicanos y cántabros, entre mexicanos y españoles, es precisamente la llave que nos está permitiendo abrir puertas hacia un futuro de progreso compartido”, afirmó Fox, al recibir la distinción en el paraninfo del Palacio de la Magdalena.

El presidente Fox asistió luego a un almuerzo con más de 500 comensales, entre éstos empresarios españoles y mexicanos, antes de regresar por la tarde a Madrid, donde cenará con el presidente Zapatero y sus respectivas esposas, Sonsoles Espinosa y Marta Sahagún.

El mandatario mexicano aprovechará su breve estancia en Madrid para despedirse del jefe de gobierno español, ya que en diciembre próximo cederá la presidencia a su sucesor surgido en las elecciones del 2 de julio pasado, que según el Instituto Federal Electoral (IFE) es Felipe Calderón, candidato de su misma formación el Partido de Acción Nacional (PAN, conservador).