México  (EFE).- El presidente de México, Vicente Fox, manifestó ayer su rechazo a la construcción de muros o barreras en la frontera, una fórmula que “no ofrece una respuesta eficaz para una relación de amigos, de vecinos y de socios”. “La construcción de barreras en la frontera no es la respuesta para alcanzar fronteras seguras y modernas, eficientes y rápidas”, dijo Fox durante una gira por la ciudad fronteriza de Mexicali, capital de Baja California, noroeste de México.

   Fox asistió ayer en Mexicali a un acto sobre la ampliación de las instalaciones de la empresa automovilística estadounidense Kenworth en la capital de Baja California.

A su término, afirmó que “sin tregua” ni “descanso” su Gobierno “seguirá luchando por una reforma amplia y legal que dé cauce al flujo de trabajadores migrantes y que respete sus derechos humanos”.

Para el mandatario, medidas como la aprobada ayer por el Senado de EEUU que permite la construcción de un muro de 595 kilómetros a lo largo de la frontera común y barreras en unos 800 kilómetros para sellar el paso de automóviles, no ofrece “una respuesta eficaz para garantizar la seguridad de la región”.

“México considera que sólo a través de un esfuerzo integral se logrará una mejor administración del fenómeno migratorio”, añadió.

Fox dijo que todavía “no es hora de hacer evaluaciones finales sobre el posible resultado” de las enmiendas que se tramitan el Senado de EEUU porque hay “un proceso legislativo que aún no ha concluido”.

Las declaraciones de Fox coinciden con las visita que realiza hoy Bush también a la localidad fronteriza de Yuma (Arizona, sur de EEUU).

Este mismo día está previsto que México envíe una nota diplomática a EEUU para fijar con claridad su postura sobre el incremento de la seguridad en la frontera y manifestar su preocupación por las medidas aprobadas por EEUU.

Tras visitar Mexicali el presidente Fox viajará a Tijuana para visitar la empresa Plamex y estará en el municipio de Playas de Rosarito. La próxima semana tiene previsto visitar los estados de Utah, California y Washington (oeste de EEUU).

Bush pide fondos reforzar frontera

WASHINGTON (AP).– El presidente George W. Bush elevó al Congreso ayer, jueves, un pedido de 1.900 millones de dólares para mejorar la seguridad en la frontera con México, mientras los partidarios de la reforma migratoria reafirmaron su control del Senado.

La Casa Blanca dijo que los fondos pagarían «a los primeros 1.000 de los 6.000 agentes nuevos de la Patrulla Fronteriza que serán apostados en los próximos dos años’’, así como el envío temporario de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera. Parte de los fondos serán para construir barreras y adquirir dos aviones no tripulados de vigilancia y cinco helicópteros para contener la inmigración ilegal.

Mientras el pedido de la Casa Blanca iba al Congreso, Bush viajaba a Yuma, Arizona, para subrayar su compromiso de mejorar el control de la frontera y el Senado debatía la reforma de la ley de inmigración más exhaustiva de las últimas dos décadas.

Se aprobó por 65 votos a 43 que un trabajador con visa temporaria puede por su cuenta pedir la residencia si el gobierno determina que no hay trabajadores estadounidenses que ocupen su puesto de trabajo.

El senador republicano John Cornyn, de Texas, se opuso a la norma señalando que «soslaya a los trabajadores estadounidenses y favorece a los trabajadores extranjeros’’.

El senador republicano por Pensilvania, Arlen Specter, presidente del Comité Judicial, dijo: «Me parece más importante que el inmigrante no esté sujeto al control del empleador en una situación en la que podría haber coerción y presión…’’

Senadores influyentes han expresado la esperanza de aprobar la polémica ley la semana próxima. Esta incluye un control más estricto de la frontera, la creación de nuevas visas temporarias de trabajo y la posibilidad de acceso a la ciudadanía para millones de inmigrantes ilegales que se encuentran en el país. Las perspectivas de su aprobación final son inciertas, dada la fuerte oposición de los republicanos a la propuesta de Bush sobre ciudadanía.

Bush acompañó su pedido de fondos con la promesa de que no aumentaría el déficit a corto plazo. La Casa Blanca dijo que compensaría el gasto con el «aplazamiento de ciertas gestiones de abastecimiento militar menos urgente’’ a futuros proyectos de ley.