Fracaso de los neoliberales

Fracaso de los neoliberales

El fracaso del gobierno de Hipólito Mejía es el descalabro de los neoliberales del patio, quienes han sido los principales asesores económicos de la administración actual y tienen responsabilidad en la difícil situación económica que vive el país, la peor en los últimos 40 años.[tend]

Con manipulaciones de las cifras económicas, cual magos en decir verdades a medias, los neoliberales quieren venderse como los abanderados de la defensa de los pobres, lo cual es una vulgar

mentira. Su política económica trae miseria y hambre donde quiere que se ha aplicado, porque dejar que el mercado obre libremente no es lo más conveniente para una economía atrasada y dependiente.

A principios de gobierno vendieron la idea de los bonos soberanos como una panacea para resolver los problemas económicos del país. Se cogieron prestados US$500 millones y se gastaron en obras no reproductivas. Después llegaron US$600 millones más de bonos soberanos, para aumentar la deuda externa del país a niveles insostenibles.

El argumento de los choques externos en el país, como causante de nuestros males económicos, no tiene mucho peso, porque naciones del área con condiciones similares a la República Dominicana, no han padecido una situación económica tan desastrosa.

Los neoliberales resaltan los factores externos, pero minimizan, porque se han servido con la cuchara grande, los aspectos internos, como un perpetuo déficit fiscal y una política desafortunada de gastos públicos.

Como colofón a tantos desaciertos, los neoliberales auparon la recompra de Edenorte y Edesur por parte del Estado en septiembre pasado, uno de los errores más grandes del gobierno de Mejía, lo cual se ha traducido en apagones y aumento de la deuda externa.

La capitalización de las empresas no fue una de las operaciones más transparentes del gobierno pasado, pero la recompra, a pesar de la defensa ciega de los neoliberales, se ha convertido en un dolor de cabeza para el gobierno y los dominicanos que tienen que pagar una luz más cara.

Para los neoliberales, lo que era bueno en el gobierno pasado es malo en la actual administración. Se trata de un ejercicio camaleónico que apena. El afán de su gurú y su papagayo de pintar una realidad socioeconómica diferente a la que viven miles de dominicanos, aguijoneados por las estrechez y la depresión económica, da lástima.

El prestigio que una vez tuvo el pensamiento neoliberal, con sus recetas salvadores de los necesitados, ha sido sepultado durante el gobierno de Mejía. Los seguidores del patio del neoliberalismo han cavado su propia tumba, incluso han apoyado acciones, como que el Estado asumiera «el hoyo financiero de Baninter», en lugar de que se respetara el Código Monetario y Financiero.

Con su política antiempresarial, donde lo único importante es incrementar la presión fiscal, los neoliberales, faltos de creatividad en sus planteamientos, se han ido quedando solos y sin eco en la sociedad dominicana.

En fin, los neoliberales no pueden rehuir a su responsabilidad en el endeudamiento externo del país, ni en el incremento de los impuestos en los últimos tres años, ni en el desastre económico que ha empobrecido a la mayoría de dominicanos.

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