Si una estructura fiscalizadora del destino que se da a los recursos del Estado es débil, sus comprobaciones tendrán poco o ningún efecto para motorizar sanción sobre las transgresiones, errores de procedimiento o faltas detectadas mediante auditorías. Y en esa situación de debilidad parece estar la Cámara de Cuentas, que no ha logrado que sus argumentos, resultantes de auditorías, puedan servir para perseguir penal o correccionalmente cualquier práctica en perjuicio de los bienes del Estado.
Probablemente, la falta de una ley orgánica mejor definida y estructurada, más enfocada en la preservación del bien público a partir de las comprobaciones de auditoría, es la clave de las debilidades de este organismo, que debería servir como soporte a la transparencia en el uso de los recursos del Estado. Esta falencia, posiblemente, tiene un origen político similar al que ha frustrado tantas veces la necesaria aprobación de una ley de partidos.
Ha sido vicio de los políticos en el ejercicio del poder, tratar de impedir una fiscalización idónea, que garantice la aplicación de un régimen de consecuencias, a partir de las comprobaciones de organismos de vigilancia. El país necesita cambiar esta realidad. Dotar a la Cámara de Cuentas de las facultades necesarias para hacer perseguir el peculado puede ser un gran salto cualitativo hacia la verdadera transparencia.

Crimen ecológico en Baoruco

Recientemente, durante una visita sorpresa a Hoyo del Pino, el Presidente Danilo Medina adoptó decisiones inmediatas para la reforestación de la maltratada cuenca del río Yuna. Si el mandatario hiciera una visita similar a Barahona, terminaría alarmado por la gran destrucción de bosques y biodiversidad que está causando la industria del carbón vegetal en el Parque Nacional Sierra de Baoruco. La situación fue advertida por Jake Kheel, vicepresidente de Fundación Grupo Punta Cana.
A pesar de los daños que esa deforestación está provocando, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales continúa otorgando permisos para la producción y exportación de carbón vegetal. Sería saludable que el Presidente Medina se dé una sorpresiva vueltecita por esa zona, para que ordene frenar este crimen ecológico.