Los frailes Capuchinos manifestaron este viernes su respaldo al movimiento Marcha Verde Contra la Corrupción y la Impunidad e invitaron a una gran manifestación mañana domingo en contra de la depredación de los recursos naturales en Jarabacoa.
Afirman que la corrupción y la impunidad son males que empobrecen la sociedad dominicana y que manipulan hasta las leyes ambientales a favor de políticos y sectores poderosos.
Consideran como desesperadas las declaraciones de algunos funcionarios, como el ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, de que desde el Movimiento Marcha Verde se pretende desestabilizar al gobierno.
En ese sentido, Fray Santiago Bautista atribuye esas declaraciones a la desesperación por el impulso tomado por las protestas desarrolladas de manera pacíficas. Invitó a una gran marcha este domingo, en el municipio de Jarabacoa, contra el proceso de depredación de los recursos naturales, con la construcciones en montañas, extracción de arena de los ríos y vertederos improvisados próximo a las márgenes de las fuentes de agua.
En ruede de prensa, Fray Juan Miguel Gutiérrez leyó un documento en el que los capuchinos dicen que “queremos que se lleven a la cárcel a los corruptos que se aprovechan del medio ambiente para enriquecerse en poco tiempo”.
Sugieren que las políticas medioambientales sean revisadas para que se castiguen los sobornados con licitaciones ambientales, tras alertar que el mal manejo de los recursos naturales conduce a Jarabacoa a perder su belleza natural. Advierte sobre el daño que está ocasionando la depredación en esa zona del país, para el beneficio de un grupito reducido de empresarios y políticos, pero en detrimento del sistema ecológico, la madre tierra y por consiguiente, de la vida en general.
Lamentan que ya no se vea el medio ambiente y los recursos naturales como un derecho de todos, sino de un grupo al que sólo interesa el dinero sin importar las consecuencias. “Las montañas se destruyen de forma depravada, como si existiera una especie de competencia, a ver quien es capaz de destruir más en menos tiempo”, exponen en el documento.
Lamentan que se aplique todo el peso de la Ley al pobre campesino que tumba una palma para construir o reparar su casa, mientras los grandes empresarios que destruyen el medio ambiente son tratados como vacas sagradas por el gobierno.
Precisan que las constructoras sacan los materiales de los ríos, práctica que termina secando esas fuentes de agua, mientras otros son contaminados por los desechos de las industrias.
“La tierra está gimiendo con dolores de parto por el maltrato que está recibiendo por parte del hombre y la mujer. La ansiedad de ganancia está llevando al ser humano a aprovecharse del medio ambiente sin pensar en el futuro”, señalan.