Franceses dicen «no» a Constitución europea;
piden dimisión de Chirac

Franceses dicen «no» a Constitución europea; <BR>piden dimisión de Chirac

PARÍS (EFE).- Los opositores en Francia a la Constitución europea se mostraron hoy eufóricos por el amplio triunfo del «no» en el referéndum -con casi el 56 por ciento de los votos-, que calificaron de castigo a la «Europa liberal», además de pedir la dimisión del presidente, Jacques Chirac.

   Cientos de partidarios del bando del «no», un heterogéneo grupo en el que se mezclan la izquierda (comunistas, disidentes socialistas y Verdes, ultraizquierda y anti-globalización) con soberanistas y la extrema derecha, salieron hoy a la emblemática Plaza de la Bastilla parisina a celebrar el rechazo al texto.

   El «no de izquierda», fundamental en el rechazo, acogió con «esperanza» el resultado, que considera «antes que nada un triunfo de los obreros, los trabajadores, los jóvenes y los parados (…), unidos en las urnas para rechazar la camisa liberal», en palabras de la líder comunista, Marie-George Buffet.

   «No ha sido un voto de miedo, sino de esperanza», aseguró otro de los rostros más populares del «no», Henri Emmanuelli, que encabezó junto al ex primer ministro Laurent Fabius a los «disidentes» socialistas frente a la dirección del partido, que pedía el «sí».

   «Estoy orgulloso de Francia y de los franceses, que han reafirmado sin ambig~edad la primacía de la soberanía popular por encima de todos los aparatos político-mediáticos», añadió, antes de denunciar la implicación «abusiva» de Chirac durante la campaña.

   La corriente disidente que encabeza Emmanuelli insistió en que el voto «es un mensaje para una Europa pujante, que se resiste a renunciar», «es un voto con la voluntad de una renegociación», «es el voto europeo» dirigido a «los que gobiernan Europa para que re-escriban esta Constitución».

   Fabius, a quien los partidarios del «sí» han acusado de utilizar el referéndum en sus aspiraciones personales para las elecciones presidenciales de 2007, no hizo declaraciones, aunque fuentes de su entorno destacaron que parte del «éxito» de todos los que hicieron campaña por el «no» se debe a la «credibilidad» del ex jefe de Gobierno.

   Para Olivier Besancenot, portavoz de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), la victoria del «no» es «la expresión de un hartazgo generalizado» e indicó que «una parte de la izquierda europea debe comenzar ahora una nueva política».

   «Estoy emocionado, entusiasmado porque esta votación marca la gran vuelta a las cuestiones sociales», añadió, al destacar «la extraordinaria movilización en los barrios populares y entre los jóvenes».

   Por su parte, el soberanista Phillipe de Villiers y el líder de la extrema derecha Jean-Marie Le Pen pidieron, inmediatamente después de que los sondeos a pie de urna vaticinaran el rotundo triunfo del «no», la dimisión de Chirac, que había tomado la decisión de someter el Tratado constitucional a la consulta vinculante de los franceses.

   El resultado refleja «una crisis política trascendental», que Chirac debería resolver con su «dimisión» o con la «disolución de la Asamblea Nacional» (Cámara de Diputados), aseguró de Villiers.

   «No se puede hacer como si nada hubiera pasado. Es el pueblo francés el que da una gran bofetada a todo un sistema», aseguró.

   En términos parecidos se expresó Le Pen, que se mantuvo en un discreto segundo plano durante la campaña.

   Este referéndum «abre un futuro en Francia si el presidente de la República saca las conclusiones normales del resultado, es decir su dimisión», aseguró, al considerar que Chirac «está profundamente implicado en lugar de haberse mantenido neutral como su función de árbitro le imponía».

   «Ha querido imponerse, incluso con amenazas» y «en esas condiciones ya no está cualificado para permanecer a la cabeza del país y tanto él como su Gobierno deben devolver su mandato al pueblo, que esta noche se ha pronunciado sin equívocos», agregó.

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