PARIS (AFP).- Todas las secciones de la policía francesa se esforzaban este sábado para intentar identificar a un grupo desconocido que amenaza con hacer estallar bombas en las vías ferroviarias si el Estado no le paga la suma de dinero que reclama.

Un ex militar, un grupo sectario, una organización terrorista o simples bromistas a gran escala, una opción que la policía descarta: la identidad del misterioso «grupo AZF», que amenaza con hacer explotar bombas en las vías férreas, está por determinar.

Los investigadores iniciaron un análisis léxico de las cartas recibidas a partir del 14 de diciembre por la presidencia de la República y el ministerio del Interior, la primera de las cuales tiene fecha del 11 de diciembre.

Después de que las primeras hipótesis adelantadas el jueves por fuentes judiciales se orientaran hacia un texto redactado inicialmente en otro idioma y traducido al francés, los análisis demuestraron que el autor maneja la lengua «sin faltas de ortografía», con un estilo «un poco pesado, pero bastante rebuscado, e incluso preciosista», según un comisario de la policía judicial citado el sábado por el diario Liberation.

«Hay programas de análisis semántico que permiten verificar si los textos han sido escritos por la misma persona, determinar su estilo y hacer extrapolaciones sobre su cultura, y también determinar si el o los autores intentaron encubrir su estilo», explicó a la AFP un experto en inteligencia y en gestión de riesgos no convencionales.

«Para mí, es gente que se esconde tras sus textos y que ha estudiado el funcionamiento de la respuesta policial», añade ese experto, que no participa en la investigación. Además destaca que los policías franceses carecen de suficiente experiencia en la materia.

Según otro experto especializado en antiterrorismo consultado por la AFP, la suma que reclama AZF, cuatro millones de dólares y un millón de euros (1 euro: 1,25 dólares), parece poco importante para un chantaje al Estado, lo que en su opinión «limita la envergadura del grupo».

La tesis de que un ex militar pueda estar tras el «grupo AZF» toma fuerza en la prensa. En un principio se basaba en el hecho de que el artefacto explosivo encontrado en la vía férrea que une París y Toulouse (sur), cerca de Limoges (centro), es digno de un «artificiero o de un alumno muy aventajado», según fuentes cercanas al caso.

Además algunos de los términos utilizados en las cartas pertenecen a una fraseología militar, como «acción psicológica» u «objetivos aleatorios», sin hablar de «helicóptero civil biplaza» que sólo utilizan la industria aeronaútica y los militares.

El psicólogo y criminólogo Jean Pierre Bouchard, que no participa en la investigación, explicó a la AFP que las cartas no dejan ver un «terrorismo ideológico» sino más bien «un disfraz pseudo-ideológico» que problablemente refleja «reivindicaciones personales como el deseo de venganza o la decepción».