Con una barbacoa cuyo olor se esparcía por todos los rincones de la residencia  de Blandine Kreiss, embajadora de Francia, el sábado pasado  la diplomática celebró con sus homólogos, amigos y relacionados, la  Fiesta Nacional de Francia.

La puntualidad fue una de las virtudes de los invitados, que llegaron a  la hora prevista con ropa cómoda para contrarrestar el calor, entre la que predominaron en los hombres las chacabanas de colores pasteles, aunque otros prefirieron  trajes más formales.

Las mujeres no se quedaron atrás, a algunas se les vio con vestidos chacabanas blancos, vestidos cortos casuales y una que otra con abanicos chinos para aplacar el calor veraniego.

La embajadora estuvo en la línea de recibido dándole la bienvenida a sus invitados,  quienes al entrar saludaban a sus amigos o  conversaban en el área de la piscina donde había carpas blancas con banderines en rojo, blanco y azul.

Sobre este hecho histórico.  En cuanto a la Fiesta Nacional de Francia,  Blandine Kreiss expresó que “los acontecimientos que ocurrieron en Francia impactaron a Europa y tuvieron fuertes repercusiones en Latinoamérica”.

En ese sentido, recordó  que los ideales de Voltaire, Rousseau, Diderot y Montesquieu, solo por mencionar algunos, así como lo valores de libertad, igualdad y  fraternidad, tres palabras que conforman el lema de su república, se propalaron hasta la Española, donde desencadenaron cambios determinantes tanto en la colonia francesa de Saint Domingue como en la parte española de la isla.