PARIS,  (AFP) – La victoria de la derecha francesa en la segunda vuelta de las legislativas de ayer corona la instalación en el poder del presidente Nicolas Sarkozy y muestra que su ambicioso programa de reformas y su gobierno plural y abierto merece la confianza de la mayoría de los ciudadanos.

   Hábil, omnipresente, pragmático y ambicioso, el jefe de Estado francés, de 52 años, ha conseguido la mayoría que necesitaba para gobernar cómodamente hasta 2012.

   Según resultados parciales, la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha) de Sarkozy conseguiría entre 319 y 329 escaños sobre un total de 577, frente a los 359 de la Cámara de diputados saliente.

   Paralelamente, el Partido Socialista (PS) sorprendió al más optimista y obtendría entre 202 y 210 escaños, frente a los 149 actuales.    «Habéis votado para que se produzca un movimiento y así será», prometió el primer ministro, François Fillon.

   Los franceses, conscientes de la anunciada victoria de la derecha, mostraron poco entusiasmo frente a estas elecciones y un 40% de los ciudadanos no fue a votar.    «Las elecciones legislativas sirvieron para confirmar los resultados de las presidenciales», declaró el politólogo Arnaud Leparmentier.