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Francia e Italia anunciaron ayer que cambiarán sus respectivos presupuestos de 2015 para introducir recortes adicionales con el fin de evitar que la Comisión Europea los rechace por incumplir las reglas de la UE.

París adoptará ajustes extra por valor de hasta 3.700 millones de euros, mientras que las medidas de Roma ascienden a 4.500 millones.

El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, y el italiano, Pier Carlo Padoan, respondieron por separado a las cartas de advertencia que les envió la semana pasada el vicepresidente de Asuntos Económicos del Ejecutivo comunitario, Jyrki Kataianen.

En ellas, Katainen avisaba a los dos países de que sus respectivos proyectos de presupuestos para el 2015 incumplían los objetivos de reducción del déficit comprometidos con la UE y daba así el primer paso para tumbarlos.

La CE tiene de plazo hasmañana para decidir si rechaza o no los presupuestos de Francia e Italia.