Francia: entra a una nueva era política

Francia: entra a una nueva era política

POR MARTIN ARNOLD Y JOHN THORNHILL
Francia despertó ayer lunes con Nicolás Sarkozy como su presidente recién electo, después que los votantes le dieran al candidato neo-gaullista un fuerte mandato para lograr las reformas con el 53% de las boletas.

En la medida que se empezaba aceptar que el país se encamina a cinco años de ambiciosas reformas económicas y sociales bajo uno de los políticos más enérgicos, los partidarios de Sarkozy celebraban, mientras que los malhumorados izquierdistas aceptaban la derrota.

El índice francés CAC-40 de acciones “blue chips” cayó ligeramente a 6,066.67, después de haber tocado antes una nueva altura de seis años, después de la apertura de la sesión a las 9 a.m. Los economistas habían pronosticado que los inversionistas saludarían la elección de Sarkozy con entusiasmo, previendo recortes en impuestos, reforma laboral y medidas para reducir la deuda.

Mathieu Kaiser, economista de BNP Paribas, dijo que los inversionistas habían esperado la victoria del favorito, Sarkozy, incluyéndola en las valuaciones de las acciones. “Generalmente, los beneficios de las reformas económicas se demoran hasta el período intermedio”, dijo.

Sarkozy había pasado la noche del domingo de fiesta con sus amigos, familiares y partidarios más cercadnos en un  club nocturno exclusivo de París. Tiene programado pasar los diez días siguientes en un sitio de descanso de Francia no divulgado descansando y preparando para asumir el mando de manos de Jacques Chirac, el 16 de mayo.

En su discurso de victoria, el hombre de 52 años, hijo de un inmigrante húngaro prometió actuar en el mejor interés de todos los franceses, no solo de aquellos que votaron por él, y prometió situar el país “de nuevo en Europa”.

“Esta no es la noche de una Francia sobre otra. Para mí hay una sola victoria, la de la democracia”, dijo Sarkozy a alegres seguidores agrupados en un teatro de conciertos parisino.

Sin embargo, el triunfo de Sarkozy estuvo nublado por bordes esporádicos de violencia la noche del domingo, cuando manifestantes se lanzaron a las calles de París, Lyon, Marsella y Burdeos, para protestar contra el duro discurso del ex ministro de Interior.

En la ciudad sureña de Toulouse, cientos de manifestantes marcharon por el centro de la urbe, lanzando bombas de humo y golpeando ventanas de centros comerciales. Un puñado de manifestantes intentó asaltar la alcaldía.

Sin embargo, la dimensión de la victoria de Sarkozy es probable que impulse al líder del partido gobernante UMP a continuar adelante con las reformas radicales en el verano. Su mandato se vio reforzado por una presencia cercana al récord de 84% de los electores. Ganó casi 19 millones de votos.

 “Los franceses se vieron fascinados por su campaña. Esta ves, los debates no han sido evadidos. Han elegido a un candidato de ruptura, sobre temas económicos y sociales; ellos esperan una ruptura”, dijo Les Echos, el periódico francés filial del FT.

Libération, el periódico de izquierda, resumió el sentimiento entre los opositores de Sarkozy, con una palabra en la primera plana de su edición del lunes. Decía simplemente: “Duro”. Describe las elecciones como “Duro, pero de acuerdo con el deseo del pueblo. ¿Un Thatcher sin faldas? Preparémonos?”

Sarkozy ha prometido reducir impuestos y aflojar el sumamente regulado Mercado laboral francés, para estimular un crecimiento más rápido en la sexta economía mundial.

Pero primero tienen que asegurar una mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas del mes próximo. Al describirse como un europeo sincero, Sarkozy dijo que inmediatamente empezará a trabajar por una Unión Europea más integrada, aunque advirtió que el bloque de 27 miembros tiene que hacer más para proteger a su pueblo de los excesos de la globalización. “Yo le pido a nuestros socios europeos que escuchen las voces de los que piden ser protegidos”, dijo.

Sarkozy también prometió relaciones más cercanas con Estados Unidos, pero dijo que Washington tiene el deber de no obstruir la lucha contra el calentamiento global. “Francia hará de esta su primera batalla”, expresó.

Ségolène Royal, la contendiente socialista, libró una vigorosa campaña, pero no logró atraer apoyo suficiente de los votantes del centro, para asegurar la presidencia. Al admitir la derrota, Royal celebró la fuerte presencia de los electores como una señal de nuevo compromiso de la población con la política y lanzó un grito de unión.

 “Ha surgido algo que no se va a detener”, dijo. “Ustedes pueden contar conmigo para continuar con la renovación de la izquierda y lograr la convergencia con otros más allá de nuestras fronteras, que es la condición para nuestra victoria futura”.

Sin embargo, brillaron cuchillos para Royal y François Hollande, el líder socialista y padre de sus tres cuatro hijos, en anticipación de la batalla por el liderazgo. Laurent Fabius, el socialista ex primer ministro, dijo: “La bandera de la izquierda está en el suelo”. Dominique Satruss:Kahn, su rival social-demócrata, comentó: “Estoy listo para encabezar la renovación [de la izquierda]”.

 “Estoy molesto, Esto significa que tendremos de una Francia de cada uno para sí mismo. Ahora es la Francia de los ricos”, dijo Hela, un joven investigador.

François Fillon, uno de los altos asesores de Sarkozy, que se menciona como primer ministro, dijo que después de años votando en contra de todos los políticos, los franceses de nuevo se vieron tentados a votar positivamente por un proyecto.

Dominique de Villepin deberá presentar su renuncia al presidente Chirac, quien  usaría su reunión de gabinete final  para pedirle a su aliado de mucho tiempo que continúe dirigiendo el país hasta el traspaso de poder.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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