BEIRUT (AP) — Francia abrió el miércoles la posibilidad de una intervención militar en Siria cuando dijo que las Naciones Unidas deberían considerar medidas más duras si el plan internacional de paz, sacudido por la violencia, termina por fracasar.

La declaración refleja una creciente frustración internacional por los ataques cotidianos que han impedido la consolidación de un cese al fuego entre las tropas leales al presidente Bashar Assad y los rebeldes armados que intentan derrocarlo.

De acuerdo con activistas, las fuerzas gubernamentales mataron el miércoles a unos 29 civiles, incluidos 12 por un bombardeo en la ciudad central de Hama.

Los rebeldes lanzaron ataques en otros lugares, donde dieron muerte a por lo menos cuatro miembros de las fuerzas de seguridad.

En París, el canciller francés Alain Juppe afirmó que Francia había examinado con otras potencias mundiales la invocación del Capítulo 7 de la Carta de la ONU, que puede ser aplicado mediante la fuerza militar.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo la semana pasada que la ONU debía avanzar hacia una decisión de ese tipo que permitiera medidas como un embargo de armas y sanciones sobre viajes y finanzas. No mencionó la acción militar. Desde hace más de un año Estados Unidos se ha opuesto a una mayor militarización de la situación.

Cualquier medida de ese tipo, sin embargo, sería posiblemente bloqueada por Rusia y China, que en dos ocasiones han utilizado su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar una condena a Siria, al tiempo que siguen opuestos a una intervención militar. Las potencias occidentales tampoco parecen interesadas en enviar fuerzas a otro país en conflicto del Medio Oriente.

En cambio, todas las partes han apoyado el plan de paz elaborado por el emisario internacional Kofi Annan que plantea un cese de hostilidades para instalar un diálogo entre el régimen y la oposición sobre una solución política al conflicto de 13 meses que, según la ONU, ha costado más de 9.000 vidas.

Ese plan, no obstante, ha tenido problemas desde el principio. Siria incumplió elementos clave del programa, como el retiro de sus fuerzas de ciudades, y sus tropas han atacado zonas opositoras desde que la tregua comenzó el 12 de abril. Los rebeldes armados, por su lado, han atacado puestos de control y caravanas del gobierno.

Juppe, a pesar del llamado a invocar el Capítulo 7, dijo que el plan está «severamente en peligro», pero que debía seguir adelante.