MORELIA, México — Francis Ford Coppola volvió a México, un país que le cautiva, como invitado de honor de la 22ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
“He estado en México muchas veces, varias veces, conozco mucho de la historia mexicana, es una historia fascinante”, dijo en entrevista con The Associated Press.
“Especialmente me gusta Oaxaca, he estado ahí muchas veces, es un lugar hermoso. La gente mexicana es interesante y maravillosa, tienen una gran tradición de poesía, las más hermosas canciones románticas”.
En sus días en el festival se pudo ver a Coppola cantando varias veces el bolero mexicano “Solamente una vez”, de Agustín Lara.
Coppola vino para apoyar el estreno de su más reciente filme, “Megalopolis” (“Megalópolis”), que debuta en cines mexicanos el jueves. Mucho se ha hablado de que este filme fantasioso y futurista costó 120 millones de dólares que el cineasta aportó de su propia fortuna.
“La vida sin amistad es mucho más terrible que la vida sin dinero”, señaló Coppola.
“La gente tiende a querer medir todo en términos de dinero”, explicó. “El dinero ni siquiera existía hace unos cientos de años, pero la deuda sí existía, la deuda social. Nos debemos los unos a los otros. Le debemos a nuestros padres, nosotros pagamos nuestra vida criando a sus nietos… Nuestro instinto es ser buenos los unos con los otros, y ese instinto es más importante que nuestro otro instinto menos atractivo de la codicia”.
Coppola es un ferviente creyente de que la especie humana es una sola y todos somos “primos lejanos”.
“Quiero ser leal con ellos. Y como esta es una película sobre lealtad, espero que sea para ayudar al mundo tener algo de luz para detener el absurdo que está ocurriendo en buena medida porque los políticos no pueden pensar en otra cosa que no sea su propio privilegio y poder”.
Coppola, ganador de cinco Oscar y un premio a la trayectoria de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, nació en Detroit el 7 de abril de 1939, es decir, vivió su veintena en la explosiva década de 1960, con la que comparte un espíritu rebelde que se traduce desde la forma en la que realizó sus películas como “Apocalypse Now” y “The Godfather” (“El padrino”) hasta sus interacciones actuales. En Morelia, por ejemplo, pidió expresamente escuchar a alguien de la audiencia que hubiese odiado “Megalopolis” en una conferencia de prensa. Sin embargo, no se considera un producto de esa década.