Francisca cuenta horror marido que casi la mata

Francisca cuenta horror marido que casi la mata

Francisca tiene la huella de la violencia en el rostro. El esposo y padre de sus hijos, con el que se había casado enamorada, la golpeaba tanto que le rompió los vados capilares, que ahora lleva reconstruidos a base de un material de gelatina.

En una ocasión, la tiró por las escaleras de la casa con tres meses de embarazo de su segundo hijo, por la ira de un reclamo que ella le hizo por sus constantes infidelidades y abusos hacia muchachas menores de edad.  De niña nunca fue a una escuela, aprendió a leer y a escribir  en una escuela para adultos.

A Francisca le cae la frase popular, de que “las pasó todas”. Perdió a su madre de 39 años, a causa de un infarto y se tuvo que ir a vivir con su abuela.

Trabajó desde los 12 años  como doméstica en “casa de familia”. Soltaba un empleo de lavadora de platos, para pasar a otro de limpiar pisos. Creía quedarse “jamona”, como ella misma dice, por falta  una pareja.

Pero conoció al hombre que le juró amor y al que le aceptó un hijo de otra relación. Afirmó que pronto llegaron las agresiones verbales, físicas y las violaciones sexuales, cuando por su comportamiento, se negaba a tener relaciones íntimas.

Francisca contó su dolor en la fase de terapia en la fiscalía barrial que la  ayudó a sobreponerse del esposo al que le tuvo dos hijos.

En su testimonio, recogido en “Heroínas en Lienzos, Palabras y Sueños”, editado por la fiscalía del Distrito Nacional, declaró  cómo salió de las garras del hombre que la tiró a la calle y al que debía fingir deseo. Aprendió que tiene derecho a decidir lo que quiere.

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