[b]Señor director:[/b]
Mucho se ha hablado de la llamada Ley de Lemas, sin embargo, tengo la fuerte aprensión de que la oposición no ha logrado aún desenmarañar (o por lo menos así aparenta) los verdaderos objetivos que se esconden detrás de ese mamotreto de último minuto, apoyado por el PPH.
He postulado por años y así se lo he hecho saber por diferentes vías, tanto a mi amigo el licenciado Jacinto Peynado, como al líder y candidato presidencial del PLD, el doctor Leonel Fernández, que en el país están dadas todas las condiciones para la conformación inmediata de un gran Frente Opositor Anti Reeleccionista.
Aunque algunos sectores, tanto del PLD, como los que a lo interno y externo del PRSC, apoyan al licenciado Peynado se oponen a la conformación de dicho frente antes de la primera vuelta electoral; creo firmemente que están equivocados, porque piensen que con la aprobación de dicha ley podrían inscribir como candidato al prestante dirigente reformista y no se dan cuenta que ese es precisamente el «caramelo envenenado» que le ha puesto el PPH en su camino; en cuanto al PLD, tiene la fuerte creencia de estar ganado, lo que constituye un craso error político.
Pierden de vista que con ello le siguen el juego a Hipólito Mejía y su desmedido afán continuista y a sus socios encubiertos en la cúpula de la dirección Reformista, que tienen como objetivo inmediato la fragmentación de la oposición y lograr que se repita el hecho inexplicable de la participación separada de oposición en el próximo certamen electoral.
No se dan cuenta que a quien el pueblo asume como responsable de la caótica situación económica y social que vive el país es al actual mandatario Hipólito Mejía y no así a los restantes precandidatos que se han vendido al electorado como todo lo contrario a Hipólito Mejía y su actual gobierno.
Si los pepehachistas logran la aprobación de la llamada Ley de Lema; en primer lugar lograrán conformar una boleta en la que casi seguro participarán Hipólito Mejía, Milagros Ortiz, Fello Suberví, Enmanuel Esquea y quien sabe cuantos más. Esto significaría la reunificación automática del PRD y de su mercado electoral, ya que aunque Hipólito no sea al candidato más votado y lo sea uno de sus compañeros, en ese escenario, tienen las de ganar.
Si con esta táctica lograrán quedar en una segunda oposición, con un candidato que no sea Hipólito Mejía y con los recursos del Poder y sus socios del PRSC, el escenario para el PRD sería más fácil, que enfrentar desde una primera vuelta a una oposición compactada y con un candidato común, un buen programa de gobierno y la conformación de un eventual gobierno de Unidad Nacional.
El PRSC difícilmente lograría desplazar al PRD o al PLD de una segunda posición dado el escaso tiempo que queda de campaña y si Peynado se prestara a la aprobación de la llamada Ley de Lema sería perjudicado por varias razones: Se vería como responsable de la aprobación de ese mamotreto y por consecuencia de la fragmentación de la oposición y la posible derrota de la misma en las elecciones venideras.
Por el contrario el PRD saldría ganancioso porque lograría dos objetivos inmediatos importantes: reunificar el PRD y por lo menos impedir el triunfo de la oposición en la primera vuelta y jugársela todas en la segunda vuelta electoral y llevar un candidato menos impopular que al actual mandatario.
En nuestra humilde opinión lo que le conviene al licenciado Jacinto Peynado y yo diría que también al país, dada la magnitud de su liderazgo y trayectoria como político, es que sea el principal auspiciador desde dentro y fuera del PRSC de a conformación de un Frente Amplio Opositor Antireeleccionista, con lo que saldría ganancioso cual que sea el resultado de las venideras elecciones por varias razones de peso para su presente y futuro político:
1.- Concitaría una amplia base de apoyo de un electorado que ansía cambios en la conducción del Estado.
2.- La oposición unificada tendría una gran posibilidad de salir triunfadora del certamen electoral y dicho triunfo sería de una gran responsabilidad del Lic. Peynado independientemente de quien sea el candidato presidencial.
3.- En caso de que el Frente Opositor no logre el triunfo, su figura política de todas formas no sufre ningún daño por ser fiel intérprete del sentimiento nacional de cambio que prevaleció en ese momento político.