Es una pena que una parte del movimiento olímpico no entienda la realidad de la política deportiva del ministro Francisco Camacho. El Ministerio de Deportes tiene un presupuesto de 2,890 millones.

Tiene casi 3 mil empleados, con una nómica de mil millones. Eso significa que el 32% del presupuesto se va en nómina.

Hay una asignación mensual fija para las federaciones deportivas de 33 millones, que al año golpea los 400 millones.

Se hacen separaciones especiales de recursos para Juegos Nacionales, Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panam y Juegos Olímpicos. Sume a eso los gastos en alimentación, transporte, seguros médicos, entre otras obligaciones.

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También, se agrega un plan de reparaciones y obras deportivas pequeñas a nivel nacional. Usted sigue sumando, y al final, se da cuenta que el presupuesto de Miderec ya no da más. Sin embargo, cada vez que hay un evento Panam de cualquier deporte, inmediatamente se quiere montar en RD, incurriendo en gastos extras.

También, se quiere participar en todos los eventos internacionales, aunque algunos de ellos no sean relevantes.

¿Qué se observa ahora? Que Miderec quiere dar “un chin” a cada deporte, y a cada ciudad.
Miderec no está obligada a ser el banco del béisbol ni de ninguna disciplina.

Lo que procede es planificarse mejor, competir donde sea necesario y no ponerle todo el peso al Gobierno.

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FRANKLIN MIRABAL es desde hace 26 años Editor Deportivo de HOY